miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014... Un año en el que aprendí muchas cosas. Todo lo que valgo, todo lo que puedo soportar. Lo fuerte que soy. Lo sola que he estado. Lo acompañada. Que tengo a gente que me quiere. Que tuve a gente que creí que me quería. Que he sido feliz. Que soy feliz. Que volví a llorar, y a sentir, y a caer... Y me levante, encontré mi camino y comencé a solucionar mis problemas, sin depender de nadie. Sin laberintos. Un año en el que m volvieron a temblar las piernas. Un año en el que recibí regalos. El año de Jorgito. Y los gemelos. Y la vida, que avanza y no se detiene. Y no me quise detener. Viajes de risas al otro lado del charco. Dentro y fuera. Cayeron las caretas y me di cuenta de quien era amigo y quien no. Y quise, me quisieron y quiero. Por un 2015 lleno de poemas, cuentos, lecturas, pieles que erizan, besos, tembleques, nervios, nudos en el estomago y toda la felicidad del mundo... Gracias por haber estado conmigo cuando no sabia que lo necesitaba, cuando no sabíais que lo necesitaba h por seguir... 2015 va a ser un gran año, porque si nos tenemos, podemos con todo...

martes, 30 de diciembre de 2014

Es la última vez que apareces en este blog. De mi vida costara un poco más, pero poco.
Porque creo que seis meses es tiempo suficiente. No es que creyera que ibas a aparecer una mañana corriendo ante mi puerta, pidiendo perdón, llorando... Nada de eso. Pero creía que si era cierto que al menos, habíamos sido amigos, reaparecerías. 
Volverías diciendo que la cagaste. Y que me merezco un perdón, un lo siento, y un abrazo.
Ahora la decepción es mayor que cualquier otro sentimiento. Estuve a punto de confesarte cosas que nunca he contado a nadie y que me arañaban... Estuve a punto de dejar que se cayeran mis miedos... Estuve a punto de dejar que me quisieran... Estuve a punto de arriesgarme y vivir...
Y no me duelen los a punto, ni los estuve, me duele saber, ahora, que no los merecías. Porque en cuanto me di la vuelta saliste corriendo. Todas las espirales que yo recorrí por ti, todos los laberintos de los que yo te ayude a salir, se esfumaron como si nada.
Todos los fantasmas que espante por ti y para ti, todas las cicatrices que cure, todas las heridas que me auto infligí quedaron en nada.
Y ahora, de verdad, solo puedo darte las gracias. Gracias por demostrarme que no era un alma de hierro. Por darme cuenta de que necesitaba solucionar mis problemas en lugar de resolver los de los demás. Gracias por las fuerzas y el empujón. Gracias por hacer que me encontrara conmigo. Y gracias por demostrarme que nunca fuimos amigos, que tal vez, fui un negocio o un capricho. Y gracias por desaparecer de mi vida. Gracias. Te digo todo esto no para que lo leas, sino para sacarlo de mi mente. Ya no aparecerás aquí. Serás un buen recuerdo de 2014... De que aún sigo viva, pese a la oscuridad. Gracias, de corazón.

lunes, 22 de diciembre de 2014

No dejes de soñar...

Le he dicho: esta mañana me he despertado y Papa Noel estaba en casa. Menudo susto me ha dado. Casi le doy con el palo de la escoba pensando que era un ladrón. Luego ha querido desayunar conmigo. Pero quería dulce y yo tengo salado. Y me ha dado este regalo para ti. 
Abre el paquete sorprendido. No espera un disfraz de cocinero. Y me dice: oye tata, pero cómo era la tripa de Papa Noel?

domingo, 21 de diciembre de 2014

Invierno

Comenzó el preinvierno con un nudo en la garganta. Esperaba que rompieras el hielo que os rodeaba y dijeras... Yo también te echo de menos.
Pero no. La gente no soporta que les digas la verdad. Y allí estaba, una respuesta vacia que llegaba a un cofre lleno a rebosar.
Porque lo cierto es que la vida era y es, mejor así. Sin vacíos, sin tiempo perdido, sin dudas, sin remordimientos.
Ahora cabalga. Rie y llora, solo por cosas que merece la pena. Ha tomado las riendas y por fin, anda en la pelea de volver a ser ella. De que le dejen su sitio. De vencer a los fantasmas. Y de decir las cosas por su nombre. Sí. Tal vez ha pasado 30 años intentando que nadie la quiera, pero ahora ama. La quieren. Le dicen preciosa y todas las mañanas le dan los buenos días. Ya es más de lo que hiciste nunca. La vida es muy corta, demasiado para desperdiciarla o gastarla con gente que no se enfrenta a la verdad, que solo tiembla por dinero y que no sabe por llorar por amor...

domingo, 23 de noviembre de 2014

Tengo celulitis y a veces me duele la espalda. Si el cielo se nubla puede que tenga dolor de cabeza. Soy un auténtico desastre y siempre tengo la mesa del comedor llena de libros. No suelo hablar cuando lo necesito y el resto del tiempo, hablo sin parar. Puede que no sea guapa, pero tampoco fea. Nunca volveré a tener el pelo largo. Y no sé andar con tacones. Tengo el culo gordo y me engorda hasta el aire. A veces ronco. Y puedo pasar la noche sin moverme de la esquina de la cama. No hay mal humor que no arregle ver Amélie con un paquete de palomitas. Y desconecto del mundo si el libro que estoy leyendo me ha enganchado. Rio a carcajadas, a veces demasiado fuerte. Sonrío a desconocidos. Y mantengo desde hace años un pulso con la suerte. Crecí demasiado deprisa, lloré más de lo que debía, y me seque. Ahora solo lloro viendo las noticias, películas bonitas, poesias que arañan... Tengo canas desde que era una quinceañera. No me gusta la sopa, me como el cuscurro del pan, la pechuga del pollo y no me gusta el ternasco. Tomo café como si fuera el modo de mantener siempre los ojos abiertos. Soy torpe, y me rodea el desorden. Necesito tener casi siempre casi todo controlado. No me arrepiento de los errores. Ni de lo hecho. Ni siquiera de ti. 
No me arrepiento de haber dormido poco por ver una película contigo o por hacerte compañía cuando nadie más lo hacía. No me arrepiento de haberte dicho las cosas que creía estabas haciendo mal y no me arrepiento de haberte apoyado en todo. No me arrepiento de los regalos de cumpleaños. De intentarte sorprender y de intentar que fueras más feliz. No me arrepiento de haberme hecho la tonta para que te creyeras más listo... Por qué ahora quién es el mejor? Sigue con tu vida, esa que has cambiado intentando salvar cosas que son insalvables. Intenta ser normal. Llevar una vida ordenada. Pero es muy triste... Conformarte con algo mediocre cuando estuviste tan cerca de tocar las estrellas que yo te habría bajado....
Cuando vuelvas,
Si un día quieres volver,
No te preguntaré dónde has estado
Ni por qué te has ido.

((Víctor Juan))
Y si alguien me preguntara, diría que sí, a veces, aún te echo de menos... Aunque cada día la alegría de estar lejos sea mayor.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Y entonces, comprendió que la vida era esto.
Ser feliz sin contraindicaciones. Sin argumentos. Sonreír por sonreír y estallar en carcajadas aunque vengan nubes de tormenta. 
Llenar los vacíos con cuerpos desconocidos. No aprender a querer nunca más. Ni amar bajo la luz de lunas rotas.
Apartar lo que estorba para llegar al extasis. Saborear la desidia con la misma fuerza que abrazas la perfección.
Y una mañana despertar comprendiendo que llevas días sin recordar. Los bálsamos han funcionado. Eres más fuerte de lo que creías.
Da igual si todo saldrá o no bien. Respira. Hondo. No dejes que te ahogue. Bésala. La felicidad esta ahí. Huye de la gente mediocre. Con el tiempo te darás cuenta que el que se va, es porque no debía quedarse. Y sobre todo, recuerda, solo puedes salvar al que quiere ser salvado.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Adentro

Una vez me dijiste que me querías.
Yo y mis monstruos andábamos dando vueltas por el mundo. Con una muralla, un escudo, unas lanzas por delante.
Y te dije... Tengo muchos problemas.
No será fácil, dijiste.
No me hagas daño, te dije.
Tardaste una semana. Una zarpa entró y se llevó mi corazón. Dejaste el hueco. Sangrando. Supurando. Temblando.
Los fantasmas siguen. Me comen. Y me entretengo dejando entrar a otros, que a veces son mejores que tu. Pero el daño ahí sigue. Adentro. 

viernes, 17 de octubre de 2014

Salvavidas

Y entonces llega el insomnio. Las noches en que creo que me abrazas. Los coletazos de recuerdos y los olores mal lavados. Vienen los te quiero susurrados al oído. Y tus brazos recorriendo mi espalda... Llegan los besos que se escaparon y se quedan las lagrimas que me faltan. Y ya no puedo dormir, porque encima pienso que podríamos haber sido felices. Tu habrias firmado mi tregua y yo, te habría mantenido a flote. Pero cuando ya siento el agua al cuello, me doy cuenta, de que solo se puede salvar, al que quiere ser salvado.

jueves, 16 de octubre de 2014

Todo lo que sigo haciendo

Tal vez debería haber chillado. Haber llorado. Haber corrido detrás de ti o esperarte sentada en tu puerta una noche de lluvia.
Pero no hice nada de eso.
Yo solo sé escribir poesias que nunca caerán en tus manos. Y textos que no son ni poesía.
Tal vez debería haber bebido hasta perder el control. Y recordarte sin parar. Y tatuar tu nombre en todos mis rincones.
Pero no hice nada de eso.
Yo solo sé imaginar historias y contar sueños.
Tal vez debería haber peleado, luchado hasta desgarrarme el alma. Este pequeño corazón rocoso que estuvo a punto de dejar que conquistarás.
Pero no hice nada de eso.
Solo me deje llevar. Coloque mi coraza y espere a que pasarán los días. Y lo sigo haciendo. Y solo me duele la decepción. El desasosiego y la pena. La que siento por ti, no me confundas. Yo quiero, arriesgo, peleo, creo, siento, temo, avanzo, crezco, y vivo... Todo eso, es lo que sigo haciendo.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Y entonces hizo la pregunta que podía cambiarlo todo...
Lees?
Y el chico salió de su vida.

viernes, 3 de octubre de 2014

Estoy en octubre en la playa a las seis de la tarde y he venido sola. Nunca creí que lo haría. La verdad es que ahora, sin ti, hago cosas distintas.
Viajo sola, incluso en avión. Me pido una sola copa de vino blanco y me quedo observando el mundo.  Pensaba que fuera de ti y de lo que te rodeaba no había nada.
Me quede sola. Si me pongo melodramática diría que baje a los infiernos y toque suelo, pero no. Solamente duele el que no hubiera un adiós ni un hasta luego ni un motivo.  Duelen las cosas que se quedaron sin decir y las que tu sólo dijiste. Duele el que no estés. Duele el vacio y el silencio. Duele el no entenderlo.
Pero todo pasa y la capa de ceniza que cubre todo la borra el viento. Y la vida avanza y yo avanzo y crezco y cambio, a mejor, y un día, no muy lejos, me daré cuenta de que no queda nada. De que hice lo que quise hacer cuando estuve a tu lado y que no me merecía que acabaras así conmigo. Pero también come penderé que qhe estés lejos tal vez es lo mejor que me puede pasar... O no. O mierda.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Al principio, todo estaba oscuro...

domingo, 21 de septiembre de 2014

Y mientras se ríe, avanza y hace, dice o siente cosas que no habia hecho, dicho o sentido, solo piensa:

Qué estoy haciendo con mi vida?

viernes, 12 de septiembre de 2014

Galeano.

Varias veces intenté escribir. Yo intuía que ésa podía ser una manera de sacarme de adentro a la mala bestia que me había crecido. Escribía una palabra, una frase a veces, y en seguida la tachaba. Al cabo de algunas semanas o meses la hoja estaba toda lastimada, quieta en su sitio sobre la mesa, y no decía nada.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Estoy trabajando en la versión mejorada de mi misma.
Duermo poco.
Medito.
He ganado flexibilidad.
No he engordado en verano.
Estoy fuerte (más mentalmente).
He abierto mi horizonte.
Vuelvo a conocer a gente.
Cantó canciones que antes no me sabía.
He vuelto a escribir. Mucho.
Tengo proyectos y un sueño a medio cumplir.
No me agobio ni me altero.
Río con más fuerza que nunca.
Y he aprendido (o estoy en ello) a decir no y estoy intentado dejar de lado la culpabilidad.
Cuando todo esto pase, seré imparable...
Por qué se pasará, ¿verdad?

viernes, 5 de septiembre de 2014

Qué haces cuando todo se acaba?

Volver a empezar...

jueves, 4 de septiembre de 2014

A ratos le parece que es otra. Que lleva otra vida totalmente distinta. E incluso es feliz.
Hace cosas nuevas, o las mismas pero de otra manera.
Y no te recuerda.
Pero a veces, una canción, una forma de que él la llame, una esquina o un vacío, hacen que te recuerde.
Ya no habla en voz alta para contarte como ha ido el día. Pero sigue yendo a sitios a los que iba contigo. El café es entonces más amargo...
Y se emociona. Cuando menos lo espera. 
Pero llegarán otros escalofríos. O al menos intenta borrar los besos que le diste con otros labios que encuentra sin querer.
La vida era esto...

jueves, 21 de agosto de 2014

Qué jodido es echarte de menos...
Cuando duele respirar
Cuando hay momentos en que me dejaría atrapar por el llanto
Qué jodido es quererte de este modo
Sin que nadie lo sepa
Sin que sepan cuánto me pesa el alma desde ese día
Qué jodido es seguir
Apartando las palabras que me recuerdan a ti
Apartando las calles por las que creo que puedo encontrarte
Qué jodido es que me abrieras el pecho para arreglarme el corazón y te lo llevarás sin yo hacer nada...

martes, 19 de agosto de 2014

En la otra punta del país, o de la vida, se ha quedado anclada por un segundo. Ha escuchado que contaban que uno puede sobrevivir siempre y cuando alguien le reconozca. Una persona que le haga sentir que es ser humano, que quedan lazos y por tanto afecto, amor y cariño... Es un vínculo afectivo. Y entonces ella se ha acordado de él. De cuándo ella lo reconocía en cualquier parte y de cuándo él la habria reconocido solo por su risa... Hay lazos que se rompen, pero no siempre se cortan a la vez...

miércoles, 13 de agosto de 2014

Nieve

Y cambió.
Vio la estrella fugaz más bella que se puede ver... Y tan rapido como pasó, creyó formular su deseo.
Leyó una de las historias más bellas que nunca habia leído...
Y le dio al boton de pause.
Tiene que ser horrible no encontrar a tu otra mitad... Pero encontrarla y dejarla escapar es un error que se paga día tras día.
Decidió dejarle al destino un billete de 50 euros. Y ahora vaga en camas de desconocidos que la quieren sin conocerla. La besan y la quieren sin querer, e incluso dicen que la echan de menos, como le decías tu. Sin saber las cosas que a ti te gustaban y sin tener que regalarles ni cuentos ni poemas.
La vida es un hilo de funámbulista... Y si esta llenos de nudos, corres el riesgo de caer

jueves, 7 de agosto de 2014

Tu no me engañas. Tienes novia...
Sí. Es que somos igual de altos... 
Y así el amor se volvió de pronto, algo muy simple, donde sólo se trataba de amor...

martes, 5 de agosto de 2014

jueves, 31 de julio de 2014

La vida es maravillosa si no se le tiene miedo

miércoles, 30 de julio de 2014

Nadie nos dice que un día el dolor se convierte en un peso. Que el corazón se transforma en roca. Y que la pena se desvanece. Pero en el único hueco que queda en el alma, se instala un miedo eterno al vacío y la oscuridad.
Buscamos recovecos donde escondernos y lamer nuestras heridas. No se las mostramos a nadie. La vida tiene otros problemas, y generalmente, más importantes.
La vida sigue, sí, y todo se pasa, pero nadie nos dice lo lenta que avanza. Y los pocos rayos de sol que se cuelan por la cortina del deseo.
Nadie nos advierte de que volveremos a enamorarnos, aunque quizás, no queramos. Nadie nos dirá el momento, pero habrá besos nuevos, y alguno te traerá de vuelta de mi pasado. Nadie nos dirá que habrá nuevos bailes, nuevos sueños y hasta nuevas puestas de sol. Y nadie te dirá eso... Porque sencillamente, lo mejor, es lo que todavía está por llegar y ni siquiera puedes imaginar...


viernes, 25 de julio de 2014

Porque la misma confusión, que sientes tu la siento yo
Yo me limito a seguir, la ley de mi corazón...


            Y la clave una vez más, estaba en Amaral

miércoles, 23 de julio de 2014

Nunca he escrito una carta de amor (y no creo que vaya a escribirla)


Nunca he escrito una carta de amor.  Dicen que los cobardes no escriben cartas de amor, que sólo lo hacen los valientes.  Y tal vez, lo que nunca te he dicho es que no soy valiente.  Cada día me atrapan más miedos.  Al principio sólo tenía miedo a que no estuvieras, ahora tengo miedo a que te vayas para siempre.  Tengo miedo cuando de noche me despierto y pienso que nunca vas a estar conmigo.  Tengo miedo a que el mundo se siga desmoronando y que no nos coja bailando.  Agarrados.  Envueltos en un amor indestructible.

Nunca he escrito una carta de amor.  Sólo escribo cuentos de princesas que no quieren serlo, de chicas normales que quieren ser princesas.  De sapos a los que les besan y siguen siendo ranas.  De castillos encantados que se desvanecen al alba.

Nunca he escrito una carta de amor.  Una vez, como mucho, dibuje unos planos de una casa.  Odio las casas con tejado de huralita.  Nunca te lo he dicho.  Dime que nunca tendremos una.

Nunca he escrito una carta de amor.  Confiaba en escribir poemas que hicieran llorar o recordar cosas bonitas.  Sin embargo, en mis cuadernos solo hay instrucciones.  Abra este corazón, coloquelo en su cabeza y elimine su cerebro.  Con las baterías cargadas podrá escribir sonetos rimados en noche par.

Nunca he escrito una carta de amor.  Leo los textos de los champús y las cremas del baño buscando las palabras adecuadas para declararte mi amor... Keranina, rosa mosqueta, vitamina C.

Nunca he escrito una carta de amor.  Me da por andar por las calles que no conozco, y rehuyo pasar por las que tú conoces.  Salgo de casa cuando todavía no hay luces para que nadie me vea buscar tus recuerdos.  Mendigo amor en las esquinas a horas en las que nadie mendiga.  El amor es algo que sale a media tarde.  El cariño de mañana.  Y lo que yo tengo sale a horas intempestivas.

Nunca he escrito una carta de amor.  La cabeza se me aturulla y pienso como puedo decir lo único que me importa en la vida.  Escribo textos sobre logística, movimientos bancarios, deudas soberanas, campañas electorales y mensajes que nadie quiere leer.

Nunca he escrito una carta de amor.  Quiero convertirme en una de ésas chicas que podrían enamorarte.  La verdad, es que no sé que chica lo lograría.  Bueno, puede que sí.  Quiero convertirme en algo que no soy, y es algo que por dentro me concome.

Nunca he escrito una carta de amor.  Elaboró recetas para meter al horno.  Corto la cebolla y el pimiento y me rasgo las vestiduras.  Con la sal se me caen los sueños.  Derramo el aceite de oliva con algún que otro suspiro.  Colocó el pescado mientras suelto carcajadas.  Y al ir a comer, una lágrima rodea mis mejillas haciendo un giro de noventa grados.

Nunca he escrito una carta de amor.  Bebo en copa para encontrarme siempre contigo. Recorro cada etiqueta de vino sintiendo que es una montaña en la que me pierdo.  La espuma de la cerveza no me deja ver el camino.

Nunca he escrito una carta de amor.  Cada fiesta de guardar abro el diccionario y escojo una palabra.  Si ése día me llamas, la añadiré a mi vocabulario.  Si no lo haces, no volveré a pronunciarla.  

Nunca he escrito una carta de amor.  Y nunca te he dicho que te quiero.  Fue la primera palabra que salió al abrir el diccionario.

Nunca he escrito una carta de amor.  Tal vez, es que nunca me han amado.

sábado, 19 de julio de 2014

Me dijiste que te gustaba mi sonrisa. Mi forma de reír.
Y ahí estoy, intentado no sonreír siquiera. El problema es que es lo único que me mantiene a flote. 
Una putada, vamos.

lunes, 7 de julio de 2014

Echar de menos. Del verbo escocer... Dolor.

domingo, 29 de junio de 2014

No entiende nada de este mundo. De este momento. Todo es raro.
No entiende que los mejores periodistas se vayan porque ya no son capaces de sostener el sueño de la libertad o porque se echa a otros por costes y dinero, cuando lo suyo no se puede pagar.
No entiende porque dos personas que se quieren no pueden estar juntas.
No entiende porque en pleno siglo XXI ve a gente rebuscando en la basura. Ni entiende en que momento dejamos de creer en nosotros mismos. Y porque un texto tan bonito como una Constitución es pisoteado a diario.
No entiende cuando la política se volvió tan corrupta como la mafia siciliana. Y no entiende porque hay gente viviendo con millonadas que han robado, y otros vieron como la justicia se hacía la ciega con ellos y por muy poquito viven encerrados.
No entiende como podemos dejar que una generación de niños vuelva a conocer en este país la pobreza infantil o como una generación de jóvenes no tiene sueños, sino cenizas.
No entiende como hay amores que acaban en pelea, en sangre y en muerte.
Y no entiende lo vuestro... Que tú estés lejos, y ella esperé. Que tú seas quien hablas y ella quien se sostiene. Y no entiende la herida que le dejaste en el pecho y que sangra cuando menos lo espera...

lunes, 23 de junio de 2014

Solos

Al final siempre estamos solos.
Aún con gente a nuestro lado, solos.
Porque a veces, nos asusta vivir.
Y la soledad quema y raja como un cuchillo.
Solos. Porque cuando más los necesitamos los demás pueden estar entretenidos.
Y entonces levantamos la mirada y queremos encontrarnos.
Solos. Ofreciendo bondades y comprando miserias.
Porque nos escondemos hasta que pase la marea. Pero el oleaje nunca para.
Y corremos en busca de algo que haga que pase el daño.
Solos. Porque aunque cojas mi mano, los fantasmas del pasado me arañan con fuerza.
Y por una vez, querria quedarme. Aunque fuera sola.

Escuece

Intento agarrarme a algo. Pero no hay nada. Ni un clavo ardiendo entre tanto escombro. Y si mis manos están ya abrasadas? Y si me he cansado? Y si no quedan motivos?
Me agarro en el quicio de esa ventana. No me sueltes, grito al aire. Y noto una mano que me sostiene. La tomo con fuerzas, pero cuando estoy a punto de fiarme, de subir, de trepar, me suelta...
Serán las heridas lo que siento. Cuando todo queda en silencio y noto tu vacío. Cuando cierro los ojos y veo tu mirada o cuando el viento me trae tu recuerdo.
No digas nada. No lo diré. Qué más se puede hacer.
Si pudiera cogería el algodón y con alcohol curaría la herida que sangra en mi corazón. Ha empeorado con los días, sabes? Al principio fue como yo. Dura. Hubo lágrimas pero luego respiro aliviada... Había estado a punto de dejar que cayeran los muros, iba a confesar miedos y monstruos que prefiere guardar en ese corazón que ahora se desangra. Las cicatrices se amontonan. Se curará. Porque todo en esta vida se cura. Pero a veces, cuando menos lo espera, cuando es más feliz o cuando el sol despunta tras una nube, escuece. Y no puede llegar a explicar cuánto.

martes, 10 de junio de 2014

En la guerra, la política y el amor, se hacen extraños compañeros de cama...

sábado, 7 de junio de 2014

Cosas que hacen que la vida valga la pena...

Me dice que me quiere. Mucho.
Le digo cuándo nos veremos? Y me contesta hace mucho.
Me invita a celebrar mi cumpleaños con él. En un jardín con altavoces. Le digo: bailando a lo loco hasta el amanecer.
Me dice que tiene dos peces y un canario. El pájaro esta escondidito y los peces no sabe como se llaman, pero me detalla sus colores como una ciencia exacta.
Me cuenta más cosas, es raro que haya querido ponerse al teléfono, pero no lo suelta. Sigue hablando. Sin parar.
Y al final me despide con una retahíla de besos. Te quiero mucho. Yo también Lucas.

jueves, 5 de junio de 2014

Lo mejor de la vida es la gente que tenemos. Los que te dan los buenos días al punto de la mañana con un mensaje de sonrisas. Los que te mandan autofotos lanzandote besos. Los que quieren venir a casa a hacerte una sopa el día en que tu cuerpo dice no puedo más. Los que te prestan lo que más quieren, e incluso un trocito de corazón. Los que acuden a las llamadas de socorro, aunque no las hagas. Los que llegan cuando todo esta enmarañado u se quedan a esperar a que descampe. Los que te ponen el brazo, la mano, el hombro y el cuerpo entero. Los que te traen filetes de jamon, porque lo cura todo. Los que te envían una primera ecografia en la que tu, inculta, no ves apenas nada. Los que te dan una tirita aunque no saben muy bien lo que pasa. Los que te echaran la bronca, por hacerte la dura y los que te la echaran, por ser débil. Todos hacen que esto sea mejor, y todos hacen que sonrías. La vida es eso, un encadenar momentos felices... Y no deberias dejar escapar ninguno.

miércoles, 4 de junio de 2014

Ahora lo entiendo todo.
El cuadro que le regalaste, estaba torcido.
Hoy me desperte echándote de menos. Tanto. Mucho. Era como si los brazos se me derritieran. Pesaban. Se alargaban hasta alcanzar el infinito para intentar tocarte.
Hoy te he echado de menos. Y la garganta me ha arañado hasta pensar que me ahogaba. Sin voz. Sin palabras. Huecos vacíos en los que se estrellan los pronombres... yo... tú. Nos.
Hoy te echo de menos. Cierro los ojos para que pase el día. Tacho horas del calendario. Y me subo a unos tacones para ver si así te alcanzo.
Hoy te echaré de menos. 

martes, 3 de junio de 2014

La paloma

Descubrí una paloma apoyada en el alféizar de la ventana el día en que abriste tu corazón. Estaba allí, apoyada, tranquila. Solo quise que se fuera. Después, unas horas más tarde, dijiste quiero estar contigo. Te quiero. Y unas cuantas cosas más.
Hoy la paloma ha vuelto al alféizar. Han pasado siete días. Ha echado a volar en que ha sentido que me acercaba a la habitación. Supongo que ha salido volando a buscarte. Es un amor efervescente. Fue un amor de quita y pon.

lunes, 2 de junio de 2014

El día en que abdicaste

Está bien que te hagan daño un día señalado.  No por nada.  Pero así, cuando tengas algún momento de duda o de recaer, siempre habrá algo que te recordará lo tonta que pudiste llegar a sentirte.  
Lo cierto es que todo acaba.  Y lo que importa son otras cosas... disfrutar de un gran día de trabajo, demostrarte lo que vales, ponerte al límite de tus posibilidades, superar incluso unas décimas de fiebre y forzar la voz hasta pensar que no vas a poder acabar de contar historias...  
Luego llegan los mensajes con alegrías... la primera imagen de Garbancito y las sonrisas de los que esperan cuando se habían cansado de esperar o cuando ya no podían esperar más.  Las sonrisas gratuitas.
Y el cariño.  El amor inmenso de quién te quiere.  De las manos que pueden colocarte tabla a tabla un camino que te lleve hasta la ciudad de Oz.  
Y tal vez, hay cosas que duelen, pero solo las que dejas que te duelan.  Un poquito, acurrucate, y no te hagas la dura de inmediato.  No tienes miedo a qué no te quiera, o a no levantarte, o a no andar, tienes miedo a que este ya sea el motivo por el cual tu coraza se vuelva más de piedra que nunca... por eso, no tapes la rendija, déjala abierta, que alguien ve la luz que entra (o que sale), porque tú no tienes culpa... algún día los fantasamas dormirán contigo, compartiendo abrazo, y será alguien que sí merezca la pena.  No que huya en cuánto te des la vuelta y empieces a desvanecer...

Ocho minutos...

Te diré, ya estás aquí otra vez.
Ya vienes con el corazón roto chiquilla.
Solo te acuerdas de mí los días en que te sientas en el sofá, con la mirada perdida.
Los días en que sientes escalofríos y en la calle hace cuarenta grados a la sombra.

Dibujas sombras chinas en la pared,
dices que quieres sonreír para que se vayan los miedos.
Balanceas los pies en el aire,
das patadas a la pena para que no se quede en casa.

Y ahí estás otra vez...
escribiendo versos que luego no dejarás leer a nadie.
Fingiendo ser personas que no eres
y riendo en alto, para que el baile de la muerte no te rodee.

Y no quieres que te diga que es fácil olvidar
porque tu botón de recordar se quedó atascado.
Borras los buenos momentos mientras lames las heridas,
el resto de cosas quedarán atrás con facilidad.

Vuelves a escribir. 
Te veo mirar al horizonte.
Pierdes tu vista en planes que cogerás con fuerza
como cada vez que te arañan el alma.

Eres fuerte.  Pero desconoces cuánto.
No te permites ni un descuido,
pero perdiste el guión y dejaste que la vida te hiciera cosquillas.
No olvides el pasado.  Recuérdalo.

Agarra con fuerza lo que tienes.
Besa al desaliento hasta que te deje sin respiración.
Lo mejor de todo, es que todo pasa.
Pasa lo que queremos, con lo cual también pasa lo que no.

Y mírate, mira todo lo que tienes.
Si has llegado hasta aquí, aún con fantasmas,
quedarte a esperar un poco más no será problema
quizás al final, merezca hasta la pena (y sus penas).

sábado, 31 de mayo de 2014

Me sobra la poesía (Elvira Sastre)

Amor,
a mí desde que estás me sobra amor por los cuatro puntos cardinales de este país que no quería ser conquistado y acabó enamorado de tu bandera.
Se me han roto las brújulas y ahora mire donde mire 
solo
estás
tú,
y un trozo de mar conjugado en futuro
y un beso en cada ola de tu marea
y varias frases cosidas a tu frente para que leas poesía cada vez que te mires al espejo.
De igual manera que me sobran las manos cuando no estás y tengo demasiados latidos para tan poco pecho (aunque me hayas hecho el corazón más grande que la pena), del mismo modo que mis pies pierden el ritmo cuando no van a tu casa (el aire solo se mueve cuando tú bailas) y el cartero me pregunta por ti de tanto escribirle tu nombre.
De igual manera me sobran las formas,
y las excusas
y las palabras,
me sobra hasta el silencio
y el eco de las estaciones,
me sobra el pasado
y la tristeza
y los poemas,
me sobra la ciudad y los enamorados que cabalgan sobre ella,
me sobran las mentiras (menos esas que consiguen que te quedes un ratito más), me sobran todos los besos llenos de tonta y todas las palabras manchadas de saliva,
me sobra tu casa
y la mía
y las noches que duran días,
me sobra esta bendita paz y esta ausencia de ruidos que me has regalado,
me sobran mis dedos
y mis sueños
y mis dedos que te sueñan
y mis sueños con tus dedos,
me sobra el miedo
y los callejones
y la luz, 
me sobran las huellas porque me sobra el camino.
Desde qué estás me sobra todo lo que tengo (me sobra hasta lo que no tengo) porque tú me das todo.
Mi vida,
desde que estás tú
lo único que me falta
es la muerte.
Y no la echo de menos.