miércoles, 21 de julio de 2010

Procedemos a la desconexión...

No me busque...

Zarpo lejos...

Vuelo a tierras lejanas...

Costas esmeraldas...

Piedras históricas...

Historias nuevas...

No te echaré de menos...

Y si lo hago, será con un limoncello en la mano...

No diré que te quiero...

Y si lo hago será bajo la sombra de un nuevo olivo...

No guardaré más secretos...

Y si los cuento, será en una canción de noche junto a la playa, bajo la luna...

A mí regreso, búsquenme en los bares y les contaré nuevas historias...

Procedo a desconectar hasta nuevo aviso.

Adiós. Hasta luego. Hasta la vista.

martes, 20 de julio de 2010

Con el tiempo me volví insensible.
No hay nada que duela más, que no sentir dolor.

Lucas

Hace casi un año recibí el mejor regalo de cumpleaños que se puede recibir. Lucas. El jueves cumple un año... yo unos cuantos más. Pero hizo que desde entonces, nunca un cumpleaños pueda ser triste. Porque pese a que el año pasado fue un día muy duro. Muy triste. Muy negro. Me acuerdo de él y pongo una sonrisa en el calendario.
Además, porque el destino quiso, que en parte, él volviera.
Lucas es una copia idéntica a mi abuelo. A alguien de la familia. A un ser especial. A una persona, que echas cada vez más en falta, con el paso de los años. Lucas tiene su sonrisa. Y su mirada. Y todos por dentro lo pensabámos y nadie decía nada. Hasta que un día, su abuelo, dijo... ¿A quién te recuerda el pequeño? Y yo quise llorar. Y le dije, que era verdad. Y el otro día, en la piscina, una señora vino, y dijo, es clavado a tu abuelo. Y cuando me lo cuentan, me dan ganas de llorar.
Porque sé que Lucas, nos va a hacer a todos un poco mejores.
Será bueno. Luchador. Inteligente. Incasable. Cabezota. Y bueno, bueno, bueno... un ser de luz, que ha venido a nuestras vidas, a hacerlas un poco más fáciles. Y que tiene la gran suerte, de parecerse, a un hombre bueno, que nos quiso como a nadie, y que nunca, dijo nada malo de nadie... Bueno, tal vez de Aznar y del PP...

lunes, 19 de julio de 2010

Hoy

Hoy las baldosas de la Plaza del Pilar, te abrasaban en los pies si te quedabas quieta... tal vez era porque mi corazón se había derretido.
Hoy, en el Puente no había viento de soslayo... tal vez, porque mi corazón anda de marejada.
Hoy, me he quedado pegada al suelo en el cruce... tal vez, porque mi cabeza se ha revuleto.
Hoy, los hielos de congelador han desaparecido... tal vez, porque mi corazón se ha vuelto a congelar.
Hoy he vuelto a pensar en ti.
Pero me pesabas más.
Me dolías más.
Hoy.
Hoy no debería haber sido hoy.

jueves, 15 de julio de 2010

Una pieza más...


"Cómo a este paso no sé si nos veremos os adelanto que si me encontráis más gorda no es por las cervezas. Me las han prohibido"

Y aquí estamos... esperando.

martes, 13 de julio de 2010

El Mundial...

Lo mejor del mundial...
Conocer la historia de Vicente Del Bosque y su hijo.
Pepe Reina.
La camiseta que llevaba Sergio Ramos bajo la Roja... por Puerta.
Y la camiseta que pudo enseñar con su gol Iniesta... por Jarque.
La amistad.
Y demostrar a los jefes que el trabajo en equipo y el buen rollo, tienen premio.
Y el beso... el beso... el beso en España...

Cumpleaños 2010

Un año más, y ya van dos, he realizado mi lista de cosas que desearía en este cumpleaños. O como las colecciones de fascículos, de aquí al siguiente cumpleaños... and the winner is...

Un globo de mil colores.

Un libro de colorear con sus pinturas.

Que una noche aparezcas en casa con todos los sabores de helado que crees que me gustarían.

Un atardecer.

Desayunar en la ribera.

Meter los pies en el río.

Hacer castillos en la arena.

El mejor cuadro para mi pared.

Un café perfecto.

Un billete a alguna parte.

Un sofá con manta.

Tener tiempo para hablar sin parar.

El abrazo.

Una fiesta sorpresa.

Una sorpresa contigo.

Reencontrarnos.

Subir alto y respirar.

Hacer un picnic en cualquier lugar.

Una estrella.

Pasear. Juntos.

Guatemala.

Un deseo que cumplir.

Un te quiero susurrado.

Ir a Eurodisney.
Aquel colgante de la suerte.

Un disco duro.

Un duro.

Jugar al risk.

Ir al karaoke.

Un disco de copla.

Besarte.

Reír toda una tarde.

Juntarnos.

Recordar.

Salir a hacer fotos.

Volver a hacer excursiones.

Pintar piñas del campo.

Salir a bailar un martes.

Tenerlos cerca.

Que no me duela el corazón.

El concierto.

Volar.

Ser invisible por un día.

Escribir.

Tocar la nieve.

Hacer para todos tortas a la sartén.

Cantar bajo la lluvia.


Pdta. He localizado la lista del pasado año y soy feliz. Un gran número de esas cosas se han resuelto, y otras se pueden recuperar. Así que ya sabes, leélas y lo solucionas...

sábado, 3 de julio de 2010

La Reb a la deriva

El sol iba y venía en la ventana.
Las nubes intentaban cubrirlo, pero salía un rayito.
Así se sentía la Rebe in the city.
Porque la vida es un buclé constante.
Porque sabía que él, tenía razón.
Que eran tontas. Que la culpa, la mayoría de las veces la tenían ellas.
El capítulo de hoy tenía una imagen de su amigo M.E. metido en la cama pensando... cómo pueden ser tan majas, tan inteligentes, simpáticas, tan capaces de hacerle la vida más fácil y feliz a cualquiera, y cómo pueden dejar que las traten tan mal.
Sí amigos.
Eran especialistas en elegir al hombre inadecuado.
Pero ellas mismas sabían que el resumen, la solución, era un tal vez.
Tal vez si te equivocas al elegir, nunca tendrás el miedo a equivocarte, a sufrir de verdad, el miedo a intentar ser feliz.
Y ella, o ellas, lo único que querían era resucitar. Levantar la mano, y mirar al sol sin cerrar los ojos.
Se daban sin quererlo. Casi demasiado pronto.
Y se volvían bocas mordidas, se sentían en medio de una farsa, no entendían nada, se atravesaban, y se daban cuenta de que el agua a veces no apagaba la sed, que no había silencios en las canciones, ni palabras que no tuvieran recuerdos. Se sentían invitadas a un baile al que habían acudido sin tacones. Cenicientas desnudas de deseos.
No quiero batirme en duelo. Quiero saber dónde perdí mi ropa. Saber que sientes por dentro. Saber dónde estás. Saber dónde te fuiste.
Y que nunca dejes de contar conmigo.
Se sentían descalzas en la carrera de vidas que se cruzaban en miles de desvíos.
Y la Rebe ya no sabía si perdía el equilibrio, o si nunca lo había tenido.
O si no existía.
El viento soplaba. Y ellas aguantaban el equilibrio, como podían.
Y querían saltar. Echar a correr. Abrazarte. Saber que aún estabas ahí.
Las cartas sobre la mesa.
Deja de contarme mentiras. Se alejan, se acercan, suelto tu mano, y aparecen tus pasos. Y me culpo por volverme loca, por volverme loca por ti.
No sé.
No sé que hacer.
Ya no sé.

jueves, 1 de julio de 2010

Valió la pena.
Valió la pena conocerte.
Valió la pena esconderse, las mentiras, los susurros.
Valió la pena lo malo, y por supuesto, lo bueno.
Valió la pena.
Valió la pena imaginarte.
Valió la pena encontrarte.
Valió la pena las miradas furtivas. Los guiños. Los roces.
Valió la pena enamorarte. Valió la pena hasta engañarme.
Valió la pena.
Valió la pena el sinvivir constante.
Valió la pena abandonarme.
Valió la pena el estruendo, los miedos, y los sueños.
Valió la pena.
Valió la pena lo grande, lo pequeño, las caricias.
Valió la pena que me dolieras, que me sintieras.
Valió la pena que estuvieras ahí, y que luego, desaparecieras.