domingo, 29 de noviembre de 2009

Diálogo de Las Fuerzas de la Naturaleza.
Ella lo quiere.  Él la quiere.  Él se va a casar al día siguiente.  Y ambos, desconocen, que se quieren, y que están hechos él uno para el otro.  Ella le da consejos sobre cómo debe tratar a su chica.

-  El fracaso es un gran maestro.  Aprende de mis errores.   No olvides su cumpleaños.  Haz que se sienta muy muy importante.   Después de hacerlo, abrázala un ratito y háblale como si fuera humana.   No te metas en la cama con calcetines.   Nada de calcetines en la cama, no hay nada que haga a un hombre menos atractivo.   Ponte siempre de su parte cuando discuta con tu madre.  Escúchala de verdad, el apoyo moral nos pone muy cachondas.   Y nunca la pegues.  Nunca.  No importa las manías que tenga, sé consciente de que se enfrenta a un millón de imperfecciones cada día, así que pásalo por alto.  Y ya está.

viernes, 27 de noviembre de 2009

La Princesa y el sapo


-   Eres una Princesa.
-   Lo sé.
-   Qué no se te olvide.
-   A veces.  A veces se me olvida.
-   Qué no se te olvide.  Nunca.
--------  Silencio
-   ¿Lo besaste?
-  ¿Al sapo?
-  Sí.
-  Pues claro.
-  ¿Y?
-  Pues creo que sigue siendo sapo.
-  Eso es que no era Príncipe.  Te equivocaste de sapo.
-  Lo sé, pero yo tampoco soy cualquier Princesa.
-  Ya.  Tú eres mejor aún.
-  Yo no quiero un final feliz.
-  Ah... ¿Y qué quieres?
-  Serlo.

martes, 24 de noviembre de 2009

"Por si un día decides que aquello valió la pena, si descubres que ya no te importa el que dirán, si te pesan las cicatrices..."

Llevó meses sin estar.
Riéndome sin parar.
Viviendo.
Agotada de cansancios.
Sumergida en vacíos.
Recuerdos que me dicen que no estás.
Buscando por las calles.
Recorriendo algunos bares.
Y escurriendo querer decirte la verdad.
Miró los ojos del mundo
y espero que nadie me miré
Susurró palabras en oídos que no me escucharán
Vigiló que la noche acabé
Para ver cómo llega el día
sabiendo que nunca me esperarás
Y ahora vuelvo a mirar
quiero volver a acariciar
Mis besos ya no van, dónde tú estás
Mi mente aún te recuerda
te espera en aquella esquina
Pero mi cuerpo tiene que caminar
La vida es un vaivén
No esperaré a este tren
Levántame mi cabeza
y eché a andar
Y aunque no pueda escribir poemas
aunque no cante nunca mis penas
no tengo a un sabina a quien odiar
Si algún día decides que valió la pena
No te duela saber que me marche
Puedes quedarte con ella.



lunes, 23 de noviembre de 2009

Y si...

¿Qué habría pasado?
Si en Casablanca, ella se hubiera quedado.  O es más, si él se hubiera ido en el avión y ella hubiese contemplado el horizonte.
Si Scarlata O´Hara hubiera caído rendida a la primera en los brazos de Clark Gable.
Si la Bella Durmiente no hubiese sido durmiente, y el príncipe hubiera llegado tarde al baile.
Si Blancanieves no hubiese probado la manzana porque era alérgica.
Si la Bella hubiera despreciado a la Bestia, o mejor, si la Bestia hubiera dejado a la Bella por la Jardinera.
Si Caperucita Roja hubiera hecho por una vez caso a sus amigas y no hubiera caído en las garras del lobo.
Si Amélie no se hubiese empeñado en arriesgarse, en apostar, en buscar al chico de las fotos pérdidas.   O si el chico no hubiese hecho caso a las fotos y se hubiera olvidado de que la conocía en sus sueños.
Si Mary Poppins se hubiera quedado con el hombre orquesta deshollinador en lugar de volar con sus paraguas.
Si en Desayuno con Diamantes, no hubiese habido café.  Ni diamantes.
Si en el Mismo amor la misma lluvia, no hubiera lluvia.  No habría habido besos.
Si en 50 primeras citas, ella nunca se hubiera olvidado de él, él se habría atrevido a conquistarla?
Si en Los Otros él no se hubiera marchado, hubiera entrado la luz en la casa.
Si en La Vida secreta de las palabras ella hubiera sabido nadar, él habría sabido rescatarla?
Si en Fuera de Carta él no hubiera llorado, no se hubiera enamorado, habría aprendido a vivir?
Y si en Titanic el barco no se hubiera hundido, ellos habrían seguido juntos?
Pues me temo que no.
Porque cuando las cosas son fáciles las complicamos, porque cuando nos salimos del guión nadie nos entiende, y porque nos quedamos esperando algo cuando sabemos que no ocurrirá y cuando sabemos que sí, nos marchamos.

El libro de la discordia

Tengo un libro en casa que sólo le puedo regalar a tres personas.
A uno no se lo puedo regalar porque el embarazo de su mujer, digo yo que lo impediría.
Al otro se lo regaló y se muere.
El otro, haría acrecentar la rumorología y me supondría un marrón.
Así que ahí esta el libro.  En una bolsa de FNAC tal cuál llegó a casa una noche sin entenderlo muy bien.
Aunque ahora que escribo aquí otro futuro destinatario me viene a la mente.  E igual, él, sí que lo entendería.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Yo,
nunca dejaría que te me escaparás.

jueves, 19 de noviembre de 2009

esos lugares

Vuelvo.
Mientras estudiaba en la Universidad, un profesor me dijo más de una vez que había que tener un jardín secreto.  Un lugar al que volver.  Un paraíso personal que nadie nos pudiera arrebatar.  Ni siquiera el tiempo.
No lo entendí muy bien.  Pero con el tiempo lo ha comprendido.
Y vuelvo.
Este fin de semana, vuelvo al pueblo.
Es mi rincón.
Todo el mundo tiene que tener un lugar al que poder volver.  Y sé tienen muchos.  Siempre te gustaría volver a aquel sitio donde diste aquel beso, donde te abrazaron, donde tomaste un café en aquel viaje al fin del mundo... siempre.
Pero hay lugares que nos recuerdan quienes somos, que nos hacen resucitar, que nos quitan los miedos, si los tenemos, y que nos hacen cicatrizar.  Los lugares donde sabemos que nada malo pasará, y que podemos ser felices sin nada más.
Yo el sábado iré a la peluquería, y después corriendo gastaré 20 euros en un AVE para llegar cuánto antes.  ¿El motivo? Sentarme en el corral, con el sol en la cara, con la sudadera vieja, con un libro en la mano y un café en la mesa.  Y leer.  Pensar.  Y vivir. Y después, pasar toda una tarde y toda una noche con esas personas a las que quieres, las que te conocen como nadie, a las que les importa un pito lo que seas en tu trabajo, lo que prometas ser o lo que puedas llegar a ser.  A las que tan sólo les importas tú.  Sin más.
Dice un amigo mío que a los hombres les dan miedo las mujeres que brillan más que ellos.  A mí me gustan las estrellas brillantes, las que más brillan en el cielo, y las que están a punto de apagarse.  Y no tengo miedos.  Ya no.  Es lo bueno, de tener un objetivo sencillo en la vida, y que pasa, únicamente por ser feliz, y que los demás lo sean conmigo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cuento estrellas antes de dormir, para no volverme loca.
Hace varias semanas que no duermo más de siete horas.
Idiota...
Por donarte cada esquina de mi cuerpo
Por llevarte a conocer sus recovecos
Te hice un mapa señalando donde herir...
Idiota...
Tan idiota que aún ahora no lo entiendo
Cómo sigo aquí, enganchada a tus besos...
Prefiriendo no decirte, que lo sé...
Aquí ya no hay nada,
ni excusas que valgan,
porque esto es el fin.
Idiota...

martes, 17 de noviembre de 2009

Llevó días que no sé que decir.
Ni que decirte.
Veo venir los problemas y me lanzó como una loca.  No sé estarme quieta.  Lo veo venir.  Lo veo venir.  Pero me lanzó.  Y llega.  Y entonces... encuentro el abismo.
Y las preguntas me golpean cuál gravedad llena de desencantos.
Y no entiendo nada.
Y eso es lo que peor llevo.
Eso, y que no puedo llorar.
Y me preguntó que hago mal.
Porque elijo tan absolutamente y pienso que tal vez sea un castigo divino por lo que hice contigo.  Y por lo que haría contigo también.  Y por lo que hago.
Y no es que sea fuerte.  Tal vez, soy la más débil de todas.  Pero tengo una necesidad inmensa de ser feliz, y sé que cuesta, y que nada es fácil ni difícil, y que si no lo intentas, el miedo te comerá.
Y no odio.  No te odio.  No le odio.  No.  No puedo odiar.  Coloque una muralla a mi alrededor para que las cosas no me hicieran daño, y también yo tiemblo cuándo quiero ser feliz, y también yo no sé que hacer cuando llega el querer, y también yo me he perdido y me ha costado encontrarte, y aún incluso, ahora, lo sigo haciendo.
Pero me dormí, y al despertar, vi que estaba rodeada de un montón de personas que me querían.  Y yo caía otra vez en un abismo, y allí estaban.  
Acepté lo que no me gustaba, lo que no me gustaba de mí, cosí las cicatrices y decidí tirar para adelante, sonará en consonante o asonante, y comencé a quererme.  
Por eso ya no doy rodeos.  Por eso voy hacía adelante.  Y por eso, me da tanta pena.  Porque no entiendo que la gente pueda ser feliz y no quiera serlo.   Que esperen a que la vida les de imágenes de su futuro y pistas.  Entonces sería más fácil, claro.  Pero vivir, es el deambular constante entre la felicidad y el resto de las cosas que puedan llegar.  
Y lo peor es que no puedo odiar, ni encontrarte, ni entenderte, ni ayudarte, y sé que yo estoy en medio, y que todo depende de mí.  Y ahí sigo.
Mientras pueda.
Seguiré.

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿te odio?

Estaba en Barcelona tomando un café.  Tren.  Sueño.  Agua.  Música.  Tren.  Palacio.  Mudo.  Café.... y aparece esto....  me ha dado un escalofrío.  Presagio.  Tal vez.  Eso me pasa por leer las señales del universo.  Las que me llevan a ir de cara y no esconderme.  Ya no.  Yo, vivo para ser feliz y para vivir.

LOS SEIS DIAS - Te Odio

Te odio por la nota que dejaste al despertar
huyendo
te odio por los dias que has estado sin estar
dentro de mi
Te odio
Por dejarme a medias antes de llegar al extasis
Te odio
Por tu boca que carece de verdad
Y sigue asi
Te odio
Como nadie en este mundo te odiara
Te odio
Como no se puede odiar a nadie mas
Te odio
Por que siempre sigues
siempre sigues
siempre sigues, ahí

te odio
tanto que podria hacerte resucitar del miedo
olvidaste llevar el cuaderno en el que solias preguntar
cuantos dias quedaban para vernos
tengo el corazon a punto de estallar

te odio
como nadie en este mundo te odiara
te odio
como no se puede odiar a nadie mas
Te odio.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Palabras

Sin que se note.
Te miro y es sin que se note.
Sin vanidad, sin ego ni ambición.
Te digo más, no sé si con valor,
pero coraje y esperanza sí.
En tu mirar curé mi fiebre
y fue de repente,
y me trague los naufragios
y las heridas ya no duelen.

Siento dentro un grito que no se como interpretar.

Desde cuando te estaré esperando,
desde cuando te estoy buscando,
tu mirada en el firmamento, estás temblando.
Te he buscado en un millón de auroras y ninguna me enamora como tú sabes
y me he dado cuenta ahora.
Puede parecer atrevimiento, pero es puro sentimiento.
Abro puertas que alguien me cerró y no busco más sentido a mi dolor.
Mira.  No me vuelvas loco.

Como la eternidad del beso
como el calor de un abrazo viejo
como la tarde que te perdiste
y encontraste el corazón.
Hice llorar hasta a los ángeles, que me lo perdone Dios
Que se haga corto cualquier adiós,
que la noche dure amor...

Tuvo mil historias y olvidó olvidarles.
Malgastó caricias en los despertares
rellenó enteritos mil y un pasaportes
y ahora vengo yo a bajarla de ese viaje.
Se ha sentido sola entre un millón...
Se quedó atrapada en su dolor...
Yo le traje besos por aquellos bosques
y un vestido con lunares de colores
yo lloré en pedazos noches de Lantales
inventé caminos puentes y horizontes

Sabía que eras fugaz
que eras libre, simplemente
te estás yendo corazón, ¿verdad?
Lo supe siempre eres fugaz
y aún así yo, me arriesgué
Lo haría otra vez.
Susúrrame.
Te vas, inevitablemente.
Aunque yo me aferre
con la fuerza de un millón de soles
y me arranque con las manos el alma
y aunque se sequen mis ojos de llorar
sé que no puedo hacer nada de nada.

Yo a ti te pienso
tú no me extrañas
Hay algo en ti de misterio
y es que te espero
y tú te largas.
Te abrazo y me arañas
Tú que contabas que has roto corazones
a los más guapos del lugar
y presumías que jugabas con sus almas
y luego las quemabas
Yo no comprendo, vienes corriendo
me juras amor
y te vas.
Tu boca no hay quien la pare
comes manzanas, envenenadas.
Llevas tus cicatrices como pinturas de guerra, tú que decías que jugabas con los corazones y luego los quemabas...

Sigo pensando en ti como en las olas del mar
se envuelven en sí mismas y se olvidan de nadar
Mi alma se hace añicos, sólo oírte respirar
Tú le das sentido a todo, incluso a esta oscuridad.
Tú no tienes la culpa de las cosas que duelen.
Me has entregado versos que ni el cielo podrá,
me has llamado con la fuerza de la voz del huracán
tú me has abrazado cuando todo andaba mal,
tú me diste calma y me la enseñaste a usar.

Si eres fe yo me convierto.
Desde lejos
Nuestro amor será leyenda.
Desde lejos.

Buscando el paraíso.
Alejandro Sanz

martes, 10 de noviembre de 2009


O soy la Reina de Corazones,

o no juego.




jueves, 5 de noviembre de 2009

Es más fácil cuando se odia.
Sería mucho más sencillo.
Que me hubieras apuñalado el alma, que me hubieras golpeado hasta caer.
Pero no.
No ha sido así.
Y por eso es más difícil.
Por eso es imposible olvidar.
Porque siempre se recuerdan las caricias y los besos.
Y porque siempre hay cosas que nos traen los mismos olores, las mismas sensaciones.
Los escalofríos.
El estómago que se encoge.
Sería más fácil si te odiará.
Si pudiera insultarte.
Si no te quisiera.
Si no quisiera quererte.
Si pudiera huir, echar marcha atrás, o borrar tus huellas de mi vida.
Sería mejor que no quisiera abrazarte.
Que no aparecieras de repente.
O que al coger el móvil no me pareciera oír tu voz en la de mi jefe.
Sería más fácil.
Sería fácil si pudiera odiarte.
Haz que te odie.
Insúltame.
Pégame.
Hazme llorar.
Haz que me sienta odiada.
No me quieras de vez en cuando.
No me quieras nunca.
Haz que te odie.
Será mucho más fácil.

martes, 3 de noviembre de 2009

Cuándo un tonto coge un camino,

el camino se termina,

y el tonto, sigue.



Aplícase a muchas facetas de la vida.
En el día en que odio abiertamente a los cobardes y a las redes sociales

domingo, 1 de noviembre de 2009

Te espero hasta cuándo yo quiera.
Y mientras quiera, esperaré.
Porque los seres humanos somos así.
Esperamos.
Anhelamos.
Soñamos.
Y de repente un día, medio olvidamos.
Así.
Sin más.
Y muchas veces, no llegamos a decir que queremos
O lo decimos tarde
No abrazamos
Levantamos barreras
Alicatamos el corazón y colocamos una puerta blindada para que nadie pueda entrar
Nos enfundamos una manta hasta en verano
Y dejamos de sentir
El tiempo nos aparta de la gente que quisimos
Y muchas veces nunca llegan a saberlo
Y otras, cuándo nos dicen que nos quieren, es tarde
Escucha.
Escucha.
Escucha.
No busques más excusas
Desnuda el alma, asume tus culpas y lucha por lo que importa
Hay cosas que sobran, y otras nos faltan
Agárrate fuerte
No me sueltes
Y en una de estas curvas, escúchame.
Yo, me cago en el destino.