A uno no se lo puedo regalar porque el embarazo de su mujer, digo yo que lo impediría.
Al otro se lo regaló y se muere.
El otro, haría acrecentar la rumorología y me supondría un marrón.
Así que ahí esta el libro. En una bolsa de FNAC tal cuál llegó a casa una noche sin entenderlo muy bien.
Aunque ahora que escribo aquí otro futuro destinatario me viene a la mente. E igual, él, sí que lo entendería.
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