viernes, 30 de octubre de 2009

Risas en un jueves sorpresa

A un palmo de mi culo...


Fuego

miércoles, 28 de octubre de 2009

1 ó 2

Mi debate principal últimamente es si el piso debe tener una ó dos habitaciones.  Para mí me da igual.  Pero si hay dudas. Porque están los amigos, las visitas, los despachos... los precios y los lugares.
Y porque la vida es una mierda.  Y no está preparada para uno solo... los yogures van en packs de cuatro.  El bimbo tamaño familiar o normal.  Las galletas María en packs de cuatro.   El chopped siempre se te acaba poniendo malo.
Y los chicos que nos gustan siempre son los mamones y los que huelen bien en Interpeñas siempre son los co´s.  
Son reglas de la vida.
Igual que la que yo le dije a Miguel el lunes... si una chica te pone las tetas en la cara para que le huelas una margarita, si lo haces esa noche no te la vas a tirar.  Coge la flor y échasela en la copa.  Entonces le comenzarás a parecer interesante.
Diossssss... cada día me parezco más a mi amiga Concha.  La mujer que hace croquetas patrimonio de la humanidad.

sábado, 24 de octubre de 2009

Los Romeos se demoran,

y las Julietas se desenamoran.

jueves, 22 de octubre de 2009

Alá que me despacho a gusto....

Que ya estaba hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón....

Así acababa el anterior capítulo de la Rebe in the City... y hoy comienza en vacío.  Sin música.
Con pañuelos de papel y mocos.
Y dolor de cabeza.
Ibuprofeno.  Paracetamol.
Algo de fiebre.
y curro.  Mucho curro.  Y tocadas de huevos.

Pero encima, es que flipo. 
Flipo con los tios.
Porque no voy a hablar de mí, y de porque todas mis relaciones acaban antes que un bonobús de los de cartón.   Voy a hablar de ellas.
De mujeres estupendas, que tengo la suerte de que sean mis amigas.

La una, se enamora de un capullo.  Un capullo mental, literal; y se enamora, así, a lo tonto, por internet.  Y él, se deja querer, y se quiere (el problema es que él se quiere demasiado a mi juicio), y sigue pendiente de su ex... y al final, vuelve con ella.

La segunda, se enamora por internet.  De otro gilipichi.  Porque lo es.  De un tio, que dice estar enamorado de dos a la vez (perdóname, pero hoy estoy de día sincero), y que reconoce no ser feliz con su mujer, pero no se atreve a dar el paso e intentar serlo con mi amiga.

Y por último, el julai que no sabe lo que quiere.  Que sí un día a las cinco de la mañana te quiero, que si me encanta dormirme contigo y la música que me pones... Otro día, que si no podemos estar juntos, que si mejor amigos, que si te mereces algo mejor...

A ver señores... si nos merecemos algo mejor, lo decidimos nosotras.  Si queremos perder el tiempo con julais con ustedes, estamos en nuestro libre derecho.  Somos así.  Tontas.  De remate.  Rematadamente tontas.  Pero a la vez, somos tías estupendas.  Tan estupendas que no deberíamos estar perdiendo el tiempo con tíos que no se atreven a coger la vida, con las dos manos, y exprimir lo bueno y quitar lo malo.
Porque la vida puede ser maravillosa.  Porque se puede ser feliz, o al menos intentarlo.  Y porque eso es lo único que nos quedará mañana.  El minuto a minuto, los segundos, los días felices, las horas de reír, de bailar, de acariciar, de besar y de abrazar.  De hablar sin parar.  De reír de cualquier chorrada que ese chico te pueda decir, aunque para el resto de tus amigos no tenga gracia.
Pero no nos mereces que nos mareen.  Que jueguen con nosotras.  Que nos mientan.   No nos merecemos compartir.  Ni que nos hieran gratuitamente.  
Podemos elegir.  Debemos elegir.  Y si elegimos a alguien aunque todo el mundo nos diga que no, que nos engañará, que nos hará daño, que no es para nosotros, que nos merecemos más... puede que sea verdad.  Pero todas mis amigas ESTUPENDAS y yo, tenemos algo en común.  Lo habremos elegido, pero a diferencia de estos, cogemos la vida por los cuernos, y nos agarramos fuerte y no nos dejamos caer.  Por eso pedimos sinceridad, la verdad, un hueco en el corazón, un sitio en el recuerdo, y que nadie nos tiré al suelo.  Y si lo hace, que tenga bien claro, que siempre habrá alguna madalena que nos recoja. 
++++ El camino fácil, el corto, siempre es el más fácil, pero nunca, el que te hace más feliz... y porque yo también elegiría la plazoleta.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tupper

Hay gente aficionada y hay profesionales.
Sí.  De los tupper.
Y yo soy de lo primero.  Vamos ni llego a eso.
Yo llegó con mi bolsica de tela del Misako o mi bolsa del Zara.
Ellos, llevan neveras.
Yo llegó con mi servilleta de papel y el cubierto, e incluso a veces tengo los cubiertos de Ikea de plástico que me regalo la Mari.
Ellos despliegan todo un kit navajero.
Yo tengo mi tupper.  Con nada más.  A lo sumo un Actimel o un yogur que nunca me llego a comer.
Y ellos... Primero, segundo y postre.
Ya lo digo yo.  Hay aficionados y profesionales.
Y como dijo alguien en medio del desierto de Dubai... "si es que, yo soy normal, no soy nada profesional"

martes, 20 de octubre de 2009

El hada alada (Madalenas)

Dicen que lo del amor, tiene 400 puertas, y todas las tiene cerradas.  Menos una que está abierta.  En la Plaza del Querer.  Dónde han roto todas las bombillas para poder quererse bien.

Quieto parao.  No te arrimes.
Ya son demasiados abriles para tu amanecer desbocao, mejor que me olvides.
Yo me quedó aquí a tender mi pena al sol.  En la cuerda de tender, desolación.
Luego empezaré a coser te quieros en un papel, y a barrer el querer con los pelos de un pincel.

Y en cuánto acabó.   De zurcir las heridas de las noches mal dormidas llegué yo.
Y le llené de flores el jergón, para los dos.
Sin espinas de colores que se rieguen cuando llore y cuándo no.  Las sulfatamos con nuestro sudor.

Y me confesó.
Cuando quieras arrancamos, de la línea de la mano lo leyó.
que se acabó el que la quemará el sol.
Pero se asustó... 
cómo te retumba el pecho, 
tranqui sólo es mi maltrecho corazón...
que se encabrita cuando oye tu voz el muy cabrón.

Qué coño le pasará que ya no sale a volar
tal vez le mojó las plumas, el relente de la luna
Le volvió loca el sonido de las gotas de rocío cuando empieza a clarear...

Y aún no se ha dormido.............

Y me enamoró.
Aunque era un hada alada y yo seguía siendo nada, no importó.
Eramos parte del mismo colchón. Hasta que juró
"follaremos más que nadie pa que no corra ni el aire entre tú y yo"
sentí que me iba faltando el calor
Y digo yo....

Qué coño le pasará que ya no sale a volar
tal vez le mojo las plumas el relente de la luna
O le volvió loca el sonido de las gotas de rocío cuando empieza a clarear.

Y le hizo un trato al colchón, con sus plumas se forró el corazón...
Anoche era de piedra y al alba era de mimbre
que se dobla antes que partirse, que partirse, que partirse

Amaneció
La vi irse sonriendo, con lo puesto por la puerta del balcón
El pelo al viento diciéndome adiós
Por qué decidió
QUE YA ESTABA HASTA LAS TETAS DE POETAS DE BRAGUETA Y REVOLCÓN
DE TROVADORES DE CONTENEDOR cómo yo....

Corazón de mimbre.... (Marea)


lunes, 19 de octubre de 2009

El corazón helado

La Rebe in the city ha sufrido un paron en su grabación por las fiestas del Pilar.
Y  a la Rebe, se le heló el corazón.   Fue una noche.  Y ahí sigue.  Congelado.  Un corazón en cuyas venas corre sin parar el calimocho.  El vino tinto, puede dejar surcos, como los que deja la sangre cuando sale de las heridas, o como deja el agua que cae por el cristal de la ventana.  
Los días no han acompañado.  El cierzo sopla fuerte y se lleva los recuerdos, y también trae otros.  Otros lejanos.  Y el viento remueve las sombras.  Y lo que creíamos pasado, olvidado, vuelve a colarse en nuestra garganta.  Y por eso nos quedamos afónicos.
Son recuerdos buenos.  Pero el corazón helado no los puede controlar.  El corazón helado es como la placa de hielo a la que le cae encima un chorro de agua caliente.  Cualquier cosa deja marca.  Cualquier olor, cualquier beso, cualquier caricia.  Las cosas que nos recuerdan a los que quisimos.  A los que creíamos haber olvidado.  A los que se van y vienen, y aparecen y reaparecen. A los que echas de menos y a los que echas de más.  A los que dejaste de querer pero aparecen cuando ya es tarde.  A los que quieres y desaparecen.
El corazón helado sigue ahí.  Late despacio.  Y a días con fuerza.  Y sabe que le hace daño.  Y sabe que hay cosas que duelen más.  Pero hay otras que escuecen, otras que hacen estremecer, y otras que ayudan a cicatrizar.
Y no hay mejor que medicina que la risa.  La sonrisa.  El aire fresco en la cara, que hace que el corazón a veces se vuelva más duro.  El no querer que el viento haga que seas como los demás.  El no querer ser uno más de la cadena.  El no dejarse doblegar, amedrentar, y seguir creciendo.  Seguir creciendo.  Crecer.  Ir hacia delante.  Vivir.  Soñar.  

sábado, 17 de octubre de 2009

La mecánica del corazón

Imagina la noche más fría de la historia.  La nieve cae sobre la ciudad de Edimburgo.  En lo alto de una colina, nace el pequeño Jack, pero su corazón está dañado.  Y por eso necesitará reemplazarlo por un reloj de madera, un corazón artificial del que dependerá su vida.  Jack inicia una aventura en busca del amor, pero debe recordar tres reglas básicas para sobrevivir:
1. No toques las agujas
2. Domina tu cólera
3. No te enamores nunca
LA MECÁNICA DEL CORAZÓN DEPENDE DE ELLO
Deseemos suerte a Jack, y recuerda, que como en este cuento para niños grandes, todos hemos sufrido alguna vez por nuestro voluble corazón.

+++++ Caminaba por Grancasa y vi la portada del libro a través del escaparate... Iba hablando por el móvil, y pasé de largo, pero luego volví.  No sé porque.  Me llamaba la atención ese título.  Pensé que sería un libro de autoayuda pero el dibujo me arrastraba a ese cuento interminable que me gusta leer, o vivir.  Y leí este texto, y lo compré.  Por qué, quién no se ha enamorado nunca de alguien con el corazón helado, o quién no lo ha tenido helado en algún momento....

jueves, 15 de octubre de 2009

Parar

A veces, hay que parar.  Aunque sea a la fuerza.  O porque nos obligan.
A veces, hay que detenerse.  Un momentico.  Para coger impulso.  Nada más.
Y entonces, nos gusta llegar a casa.  Y llenar la bañera.  Poner la música a tope.  Sacar el pijama de invierno porque fuera sopla el cierzo.  Poner la cafetera para mañana, y que el olor llené toda la casa, si es que has podido abrir la cafetera.  Tumbarnos en el sofá y ver alguna peli que siempre nos haga reír o soñar.  Leer las páginas de ese libro que ahora nos devora por dentro.  Y dormir.
Shhhhhh..... Hasta mañana.

lunes, 12 de octubre de 2009


Iban por la ribera.
Delante de mí.
Paseando entre el bullicio, los mantones, las botas de vino, y los faldones de un doce de octubre.
Pasaban inadvertidos.
Ambos trabajaban en Tuzsa.
Y yo, mientras tarareaba alguna canción que reproducía el mp3, he pensado, otros pringaos como yo.
Y han seguido andando.
Y yo he seguido andando pensando en lo mío.
En alguna gilipollez seguro, y pensando que la vida es sueño.  Y pensando en el sofá, en el silencio, el vacío, y el estar sin ti.  Pensando en algunos recuerdos.  Y pensando en los que hoy no han estado.
Y he seguido pensando.
Y ella se ha ido acercando a él.  
Y han seguido caminando.
Hasta que al final, al cruzar el paso de peatones, y llegar al Puente de Hierro, he visto que iban cogidos de la mano.
Y será la magia del puente.
Y será su amor, pero entonces, me he dado cuenta de que nunca antes Las Fuentes y Parque Goya, o Valdespartera y San Pablo, habían estado tan cerca, cómo cuando ellos lleguen a casa, y se abracen en el sofá.
Vivan las frecuencias del bus.

jueves, 8 de octubre de 2009

Ally Mcbeal

A veces me siento Ally Mcbeal.   
Mis amigos se ríen cuando se lo cuento, pero es verdad.
Me siento ella.
O que me pasa lo que a ella.
Recordáis que ella siempre se imaginaba cuando le pasaba algo como fuera de su cuerpo?
Pues yo a veces me imagino discutiendo con mi jefa, y al momento, agarrándola por el pelo o cosas por el estilo.  Sí.  Como si mi cuerpo saliera de mi misma.  
El martes salí de currar muy cabreada, bueno, cómo casi todos los días (antes trabajaba en una radio, ahora ya no lo sé), y me imaginé por un momento tirando el bolso al Ebro, y tirándome yo detrás.
Me volvió a la realidad comprobar que no eran las aguas del caribe y que me podía morder un siluro.  
Pero a veces, me siento Ally Mcbeal, y mi vida amorosa aún es más desastrosa, y mis jefes peores, y no tengo piso ni hipoteca.

martes, 6 de octubre de 2009

La Rebe in the city (Martes)

El capítulo de hoy de La Rebe in the city es el de un martes raro.  Odio los martes.  No me gustan.  Y eso que cada quince días hay Consejo de Gobierno y nos vemos todas.  No me gustan.  El martes es un día triste.  Un día en el que comienzas a borrar los vestigios del fin de semana y en el que el nuevo aún se ve muy lejos.
El día ha sido así.  Y nublado.
Y el capítulo acababa con varias mujeres estupendas llorando.
Una se rayaba mientras hacía un informativo esperando recibir un mensaje o pensando en si mandaba uno que no debía.
Otra caminaba por el río acordándose de él, y de la última llamada de hace unos meses.
Otra no pensaba más que en meterse en la cama y dormirse muy deprisa para no sentir su ausencia.
Todas somos iguales.  Y hoy ninguna hemos tenido el valor de coger un taxi e ir al encuentro de alguien.   De llenar el vacío que se siente cuando ya no puedes trepar por su espalda.  Cuando los recovecos de la memoria se quedan vacíos de presencia.   Cuando te vas.  Cuando no te veo.  Y cuándo comienzas a comprender que quizás, ya nunca vuelvas.