jueves, 10 de agosto de 2017

Todo se lo llevo. 
Me arrebató todo. 
Los domingos sin nada que hacer. Las pelis que acaban tarde. Los sueños rotos recompuestos. Los cafés de imprevisto. Los vinos y las cañas. Las charlas de amigos. Las risas. Las sonrisas robadas.
Se llevo todo. 
Me dejo aquí. Rascando las paredes. Retozando sin querer. Mendigando unas caricias. Sin calor ni frío. En el vacío. Pendiente de un hilo. 
Se llevo todo.
Las veces que tomó mi mano. El miedo agazapado. Las conversaciones pendientes. La ira helada en mi corazón. Los arañazos del alma. El fuego que se apaga.
Se llevo todo. Menos a mí

miércoles, 22 de febrero de 2017

Es una mierda, ¿sabes? Todo esto. Una mierda. Porque yo me quede con esta eterna sensación de no estar en ningún lado, de odiar y no querer a nadie. Me quede con el sempiterno nudo en la garganta. Con las dudas y el miedo a cruzar la calle y volver a verte. Me quede con una parte tuya que se aparece en algunos sueños y que escuece. Sin bares, sin copas, sin juegos. Una putada. Me quede sin la persona que me conocía sin hablar. Que me oía sin hablar. Que me veía sin hablar. Sin tregua y en guerra. Me quede acurrucada. Famélica de amor y henchida de sexo. Mendigando besos. Bailando bajo la nieve, o sobre la nieve. Escocida. Rabiosa. Jodida.