jueves, 30 de junio de 2011

Dicen que el amor es subir y bajar.
Caer y levantarse.
Axpirar con fuerza.
Un sueño que no acaba.
Una mañana de domingo.
Un paseo de primavera.
Un helado de limón y café.
Bailar hasta morir.
Reír a carcajadas.
Tener cosquillas.
Cantar y contar.
Vivir...
Pero yo, en realidad, me olvidé del último beso que me diste.
Nunca pensé que pudiera ser el último, el definitivo, el que hiciera que no volvieras.
Y no lo recuerdo.
Yo, en realidad, no sé todas esas cosas del amor, yo sólo sé quererte a ti...

miércoles, 29 de junio de 2011

Mujeres, zapatos y hombres.
Triple. Combinación. Ecuación.
Realidad o ficción.
Si amigas.
Nos encantan los zapatos. Los coleccionamos. Fetichismo. Nos gustan, los cuidamos, los queremos. Nos ayudan en el día a día. Nos hacen sentir más seguras. Nos enamoramos de ellos. Como los hombres.
Nos hacen daño. Dejan de gustarnos. Incomodan. Duelen. Reprimen. Nos cansan. Algunos acaban por matarnos e incluso por ellos podemos caer. Como los hombres.
Y a veces, tenemos el par perfecto. Nuestro preferido. El ideal. Pero el tiempo pasa, desgasta, y aunque no queramos quitarnos esos zapatos, llega el momento en que hay que hacerlo. Caminaremos sobre otros o incluso, descalzas. Pero caminaremos, solo se trata de seguir avanzando.

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viernes, 24 de junio de 2011

Le gustaría decirle que no le gustaba que la siguieran.
Que prefería beber frío, incluso en invierno. Y que la leche le gustaba muy caliente.
Que vestía de negro por que su estado de ánimo casi siempre era lumínico. Pero que sin embargo, a veces se apagaba como una vela, que necesita que vuelvan a prender su llama.
Le gustaría decirle que se sabía miles de canciones, aunque cantaba fatal.
Que una vez hizo un bizcocho perfecto, y que después todos habían salido mal.
Que soñaba de pequeña con ser princesa, y que ahora sólo soñaba con echar a correr.
Le gustaría decirle que a veces sentía que todo era culpa suya. Y que otras, la marea le llevaba tan lejos que parecía desaparecer.
Quería decirle que le gustaría abrazarlo todos los días. Que en ocasiones miraba la luna buscando respuestas, y que una vez se quedó parada, más de una hora, mirando el surco de un río.
Que necesitaba escaparse a las montañas porque era la única manera que tenía de sentirse anclada a un mundo que se le escapaba por todos los lados.
Le gustaría decirle que su interior estaba tan revolucionado, que sentía que todo era plano.
Que cuando quería salir a buscarlo, nunca lo encontraba. Y que a veces, había deseado cosas horribles. Que no era tan buena como parecía, y que no siempre había sido feliz. Que también hay veces en que nadie la puede parar, y que se hace daño porque así nadie se lo hará a ella.
Le gustaría decirle que con nadie se sintió más segura. También le gustaría decirte que a veces tiembla, sobre todo, los días oscuros y las fiestas solitarias.
Que cuando sale el sol y le da en la cara, viaja lejos. Que si se queda sin voz es porque no puede decir algo que le gustaría decir.
Y que si no te dice que te quiere, es porque es gilipollas.

miércoles, 22 de junio de 2011

Tú en la mitad sombría y yo esperando un resplandor

De nuevo, ellos dieron en el clavo.
Estos días tontos, de mucho curro un rato y de parón otros, dan para que puedas investigar...

Necesito que me dejes en paz.
Me da igual que la gente lea lo que cuentas sobre mí.
Sobre historias que te inventas.
Lárgate ya y yo seguiré mi senda.
Tú con tu caminar, y yo en otro planeta.
Como líneas paralelas.
No hay nada de nada, nada de nuestras vidas.
Nada en común, como de la noche al día.
Tú en la mitad sombría y yo, esperando un resplandor.

martes, 21 de junio de 2011

Y todas las noches sueña que cuando llegue el día, seas tú quién la despierte...

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lunes, 20 de junio de 2011

Si todo fuera distinto, ¿sería igual?
Se sienta, y permanece quieta cuando en realidad quiere echar a correr.
Y tiembla y llora y deja de soñar.
Anclada, zozobra en sus dudas sin comprender nada.
Un día salió a la calle y creyó haber dado con todas las respuestas. Sin embargo cuando a los días despertó comprendió que se le habían esfumado todas las preguntas.
No se encontraba y hasta la sombra le rehuía.
Si fuese capaz de saltar podría cambiar las cosas. Si supiese nadar no se ahogaría. Y si pudiera gritar, sabe que solo diría dos palabras...

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domingo, 19 de junio de 2011

Cada vez lo tenía más claro... Y en esas se puso a pasear por las estrellas

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jueves, 16 de junio de 2011

La vida da tantas vueltas, que justo el día que decides que igual hay que recoger lastre, hacer una maleta y aunque todo vaya en contra, avanzar... Ese día alguien te necesita. Y comprendes que tu sitio está ahí. Parada. Y el momento de coger las riendas de tu vida, ya llegará. Ahora estaràs. Agazapada. Entre las sombras

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domingo, 12 de junio de 2011


Piensa en solucionar un problema...
Y cómo se siente paralizada y quiere avanzar
Y cómo se ahoga y quiere salir del agua
Piensa en poder volar o en salir corriendo

sábado, 11 de junio de 2011

Le gustaba pensar que todo podía volver a ser como antes.
Y se engañaba asegurándose a sí misma que así sería.
Pero la realidad, es que estaba allí, parada, en el borde de la cornisa.
Si daba un paso hacía adelante, se podía caer.
Si se quedaba quieta, seguiría pendiente, colgando de un hilo, o de tus manos.
Y si lo daba para atrás, cerraría la puerta para siempre.
No sabía con cuál de las tres cosas quedarse.
Y eso, para alguién que presume de tener todo controlado era un problema.
Lo bueno era que aunque le gustaba huir, está vez no lo había hecho.
Lo malo era que nadie lo había entendido. Ni siquiera ella misma.
Pero lo cierto, es que aún en las peores situaciones, sabía seguir adelante.
Porque había pasado cosas peores. Y siempre, las había vencido.
Por eso, tocó el suelo, y sonrió al pensar, que en la vida, las mejores cosas son las que no se ven venir... aunque no le convenciera del todo.

viernes, 3 de junio de 2011

No sabía con que quedarse. Y andaba como un gato pérdido por los tejados.
No sabía si prefería los hombres que están dos días y se van, o los que nunca están pero siempre están, o los que estuvieron, quieren estar y nunca encuentras.
En ello andaba pensando todo el día. Mientras andaba subida a una nube que quería viajar lejos. Y le llovían los sueños sobre su cabeza, y caían rodando por la tierra. Tenía más miedo al compromiso que a las serpientes que a veces aparecían en sus pesadillas. Y los nudos en la garganta la ahogaban hasta dejarla sin cantar.
Quería escribir una historia que el mundo se creyera, y que él escuchará atentamente y que ella supiera de memoria. Pero lo único que podía hacer era mantener diálogos inventados con él, sin que estuviera. Porque cuando estaba no le salían las palabras. Y no sabía si le dolía más que la olvidará, que la recordará, o lo decepcionada que se sentía por haber pensando que tal vez el mundo tenía razón, y la que se equivocaba era ella. Aunque una vez más, parecía tener razón.