martes, 31 de diciembre de 2013

A 2014

Le pido a 2014 que me quieras un poco más. O que si no lo haces me deje pasar más tiempo con ellas. Que haya viajes. Que montemos en tiovivo en la plaza del Ayuntamiento de París o en Montparnasse o que hagamos un picnic bajo el paraguas o me lleves a merendar al bar de Amelie. Le pido a 2014 pasear en bus con Lucas contando historias y con Luna hablando de chicos. Le pido a 2014 pasar más ratos en el new tallo. Más vermús llenos de risas y más abrazos. Le pido encajar las piezas y que el puzzle se acerque. Seguir con unos padres adoptivos que son un refugio y tener más sobrinos. Ahora habrá que ir con cuna de viaje. Le pido más desayunos domingueros y más historias que ericen... Si son raros y poetas mejor. Le pido a 2014 salud para los míos, que la suerte ya la encontraremos. Y le pido un regalo para mi pavi. Le pido que no haya envoltura que se les resista a las madalenas. Le pido más colchonetas de cocodrilo en la playa con los que siempre están ahí, contra la marea aunque venga fuerte. Le pido más festivales de jóvenes. Le pido a 2014 más quedadas con las ex, porque son para energía. Le pido que mi cuento pase de ser una idea a un libro, en papel y bien bonito. Le pido a 2014 que te quedes, o que te vayas, o no lo sé... Sólo le pido que todos estén conmigo para ver que le pedimos al quince...

Posted from Blogium for iPhone

jueves, 12 de diciembre de 2013

Me erizas

Temo que las púas me puedan causar algún tipo de daño interno.
Que el corazón, casi oxidado, no pueda volver a caminar.
Mis sueños, rotos por el paso del tiempo, no podrán volver a pegarse.
Y tus cartas siguen llegando.  Y las mías te llegarán cuando no estés.
Cartas que viajan vacías a través de los días y cosas que te contaría y no me atrevo a pronunciar.
Sin ti carecen de sentido.
Agitas mis adentros y te los sirves como un bloody marie.  O un sex on the beach.  No entiendo los nombres de las bebidas.
Das un trago, pero no lo apuras, dejas el vaso sobre la mesa.  Y mis nervios se desploman sobre el colchón mientras te espero.
O tal vez espero a nadie.
Tú corres hacía atrás y yo intento avanzar.
Primero deberíamos ponernos de acuerdo en la dirección, en el momento y el lugar.  El ritmo daría igual.  Siempre te arrastró hacia arriba y tú me llevas hacia abajo.  El agua nos mueve.  Nos mece. A la deriva.
Hincaría mis dientes en tus brazos y en tus piernas.  Recorrería una a una todas tus heridas. Saborearía el color de tu boca como si fuera el pincel sobre el lienzo.
Y en la tregua de esta batalla sentimental lanzaría mis miedos al aire para que los recogieras.  El miedo es amor.  Y el amor es miedo.  Y yo sigo, aquí, temblando...

viernes, 6 de diciembre de 2013

Gracias Madiba

Nunca hablo aquí de curro pero hoy me lo váis a permitir... hace unos meses cuando Nelson Mandela fue ingresado, todo apuntaba a que su muerte era algo inminente.  Entonces, en la radio, me encargaron que realizara un reportaje (no muy largo) para tenerlo preparado en cuanto se diera el fatal desenlace.  Las semanas fueron pasando, los comunicados sobre su estado de salud dejaron de llegar y yo pensé, que tal vez, era un nuevo héroe inmortal.  Creí que nunca daríamos esa pieza, y ya hasta se me había olvidado.  Ahora Madiba se va.  Y lo hace en el momento en que más necesitamos héroes anónimos.  Ahora a todos se les llena la boca con su legado, con su ejemplo, con sus valores y su sacrificio y su lucha.  Sí.  Y el mejor legado, es continuar con su ejemplo y su trabajo. 

Al hilo de esto recuerdo otro caso de esos que nos pasan a veces a los periodistas... me encargaron que grabara una entrevista a uno de los padres de la Constitución.  Estaba también ya malillo y querían tener los sonidos para cuando se produjera el fatal desenlace.  Lo grabé.  Y fue maravillos.  Por que si algo tienen en común ambas personas, es la falta de rencor.  A diferencia de la actual clase política y de la actual sociedad donde nos encanta dividirnos, etiquetarnos y separarnos... las anteriores generaciones vivieron las más cruentas guerras, pero supieron encauzar sus caminos para la paz, para que lo que habían visto, oído, sufrido y sentido no se volviera a repetir.  Mientras nosotros nos empeñamos en volver al odio, a los rojos, los azules, los negros y los grises.  A romper lo que otros consiguieron para nosotros con tanto empeño. 
A gente como Mandela debemos el comprender, en carne y hueso, lo que es perdonar más allá de lo imperdonable.  Él nos hace a todos un poquito mejores como personas, como seres humanos... y solo espero que el siglo XXI nos de pronto otro Madiba. 

INVICTUS (el poema que leía casi a diario en la cárcel)

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Te quiero

Al querer

De la vida