martes, 31 de marzo de 2009

En Bruselas

En Bruselas...
Esta ma;ana le he prometido a Antonito que iba a dejar de escribir poesia e iba a relatar mi vida... debe de tener algo interesante porque ultimamente muchos dicen que porque he dejado de escribir en chatungadas... no sabia que tuviera tanto interes.
Le he respondido mientras subiamos a buscar un cafe en una de las multiples estaciones de tren que hemos recorrido (en vez de esta ma;ana me parece que fue hace un par de dias) que es porque empece a rayarme cuando me di cuenta de que habia determinadas personas que entraban en este blog... una tonteria, porque claro, si no quieres que te lean, no escribas.
Pues bien, aqui estamos, en el Parlamento Europeo.
Un lugar donde todo el mundo habla gritando, menos cuando los tienes que escuchar que entonces susurran... como nuestra amiga Aukhen, la archienemiga de Marivi.
Un lugar donde todo el mundo te echa la bronca por no sentarte en el lugar correcto, claro que si nadie te dice donde te tienes que sentar no entiendo la bronca.
Un lugar donde te echan la bronca por no acreditarte, cuando nadie te dice que te acredites, o es m'as, te echa la bronca la tia que te deberia haber acreditado.
Un lugar donde hay bebidas rarisimas, como el nestea con gas al lim'on. No lo entiendo.
O donde todo el mundo corre y todo el mundo est'a estresado.
Si para rizar el rizo europeo, duermes en un pueblo a 30, s'i 30 km de Bruselas, donde para colmo no hay ning'un bar en km a lo redonda (porque por supuesto lo buscamos) y donde el bar del hotel cierra a la una...
Pues que quer'eis que os diga, mucho chocolate, mucha cerveza rica, mucho parlamento, pero yo, que me quedo con las Cortes de Aragon y la China. O no?

Pdta. eso s'i, VIVAN LOS BELGAS Y VIVA EL AYUDANTE DE MARGARET AUKHEN... JODER.

domingo, 29 de marzo de 2009

Después de todo...

Últimamente no sé porque no escribo.  Estoy como seca.  Sin palabras pero con muchas cosas que decir.
Cosas cómo el color de mis ojos que cambia según el estado de ánimo, según el color de la sombra de ojos o la chaqueta.  Me gustaría decir todo lo que se me ocurre cuando estoy en el autobús, cuando veo a la gente pasear, todo lo que me imagino.  Me gustaría decirte todo lo que siento cuando paseo, cuando el aire se escurre entre mis cabellos, o cuando siento la taza del primer café de la mañana en mis manos.
Me gustaría decirte que pienso sobre el mundo, sobre lo que merece la pena, y sobre lo que no.  Lo que me producen las hipocresías y las mentiras.  Los intolerantes.  La injusticia.
Me gustaría contar todo lo que me produce una sonrisa, todo lo que me hace reír y todos los sitios donde tengo cosquillas.
Contaría también el nudo que se produce en mi estómago cuando te veo.  El que dejó él cuando se fue.  O el que se deshizo cuando apareciste.  
Te contaría todo lo que me ha hecho crecer, todo lo que me hace sentirme pequeña, y lo que me gustaría volver a dormir abrazada a ese peluche al que ya se le cae la cabeza.
Me volvería loca y escribiría en un folio en blanco todos los párrafos de canciones que me hacen cantar a voz en grito, y esas melodías que alguna vez han hecho erizar mi piel.
Escribiría los nombres de todos los rincones de esta ciudad que me tranquilizan.
Recogería en alguna parte todos los lugares que me gustaría recorrer, a los que iría contigo y a los que no iré nunca.
Me gustaría escribir la sensación que me produce la lluvia, o que la ciudad también vive cuando el cielo está gris o la felicidad que se atrapa con los dedos en una terraza bajo el sol, un café y un libro o una caña y un amigo.
Contaría tantas cosas, hablaría sobre mariposas, sobre sentimientos, sobre sueños, proyectos, olvidos, superaciones, metas, miedos, inseguridades, chistes, amigos, sobre los que se fueron, los que están, estuvieron, o los que vendrán.
Sobre todo ello querría escribir.
Pero desde hace unos días vuelvo a estar atrancada, parada, pero avanzando, y lo peor de todo es que no sé por qué... tal vez porque nunca había sido estado tan tranquila cómo ahora... tal vez porque después de todo, eso sea la felicidad.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Esta semana hay tiempo para muchas cosas;

Chau número tres de Mario Benedetti
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.

Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.

Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.

Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.

Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.

Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.

Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.

Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.

Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.


Corazón coraza de Mario Benedetti
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

lunes, 23 de marzo de 2009

Aviso


Chatungadas siente comunicar que hasta que no se regeneré alguna de sus neuronas y abandonen su mente los términos corrupción, imputado, prerrogativa, declaración ante el juez, o secreto de sumario no habrá nuevos comentarios.  Sentimos también el abandono de este blog por la Operación Molino...


miércoles, 18 de marzo de 2009

En qué momento

Tras el día de hoy en La Muela una idea ronda mi cabeza.
¿En qué momento un político decide sobrepasar la frontera y lucrarse con su función social?
Trato a diario con ellos y no pienso que todos sean iguales.  Pero me gustaría pensar en que momento y que motivos les llevan a prevaricar, a lucrarse, a especular, a ganar pastar por un tubo. 
No lo comprendo porque pienso que la política es el lugar en que en esta sociedad, en este siglo y en democracia, se pueden cambiar las cosas y mejorarlas.
También me pregunto porque un vecino puede justificar que su Alcaldesa haya robado con tal de que su pueblo siga siendo el mejor... robar es robar. 

martes, 17 de marzo de 2009

La magia

Ayer me pasé por la Expo, por Ranillas y se me heló el corazón.
El vacío inunda lo que hasta hace unos meses era el foco de un espíritu, de la ilusión colectiva, del futuro, del sueño, de la vida, y de la magia.
No sé que haremos este verano, algo nos inventaremos seguro, para empezar ir de boda; pero tengo claro que echaré de menos el verano de 2008.
Echaré de menos los primeros días, los nervios, las inauguraciones a toda prisa.  No echaré de menos el primer programa de la noche Expo, ni mis conexiones, a lo mejor mi entrevista al cocinero sobre el catering, y recordaré siempre que vi los fuegos descalza con Víctor.
Echaré de menos el primer paseo a la Cantina antes de que se abriera la Expo, después hubo muchos otros.  Echaré de menos las tardes de paseo, las llamadas ¿quedamos?, las noches de cenas asquerosas... Echaré de menos las cervezas y el queso de Lituania, incluso la ducha gigante.  Echaré de menos las cañas con Rafita en el Pabellón de Zaragoza.  Los paseos cuando Raquel aún estaba en el vientre de su madre bajo el calor.  El día Grundfos.  A Fluvi, por el que siempre me preguntaba Luna, y el cual permitió que todos  los niños de mi pueblo fliparán al creer que era mi colega.
Echaré de menos los rincones, las sorpresas, las actuaciones que te encontrabas de repente, casi casi sin saber.  Echaré de menos las Noches en la Expo, y a su gente.  No echaré casi de menos el estudio del pabellón de Aragón, pero sí todo lo que allí paso, menos el día del País Vasco, mi peor día en la Expo... echaré de menos hasta el fútbol.  Y las pipas, y las cañas.
Echaré de menos las excursiones.  Las pateadas.  Aunque mis pies aseguro que no.  Echaré de menos el moreno obrero, el sol, el calor, y alguna que otra fila.
Echaré de menos el pabellón de Austria con nuestra actuación tirolesa.  Echaré de menos la tardes con la cámara al cuello echando fotos.  Echaré de menos las quedadas, el momento ha nacido Raquel y el homenaje en Uruguay.  El día con Isabel o con Raúl pateando sin parar.  Echaré de menos el primer hombre vertiente, y el último y todos los del medio.  Echaré de menos a Carmina Burana.  Echaré de menos ver descalza los fuegos el último día con Victor y Paco.
Echaré de menos la primera copa en la terraza del Acuario, y la última.   Echaré de menos bailar como una loca en un after en el palenque de Aragón cuando la Expo ya estaba siendo desmantelada.  
Echaré de menos que ella no lo viera, y que me preguntará sin parar como era y que hacía allí.
Echaré de menos las llamadas, entre otras, la recibida en la Torre del Agua.  Echaré de menos subir hasta arriba del todo con Paquito.  Todas las tardes con Manolo.  Y echaré de menos a Los Tigres del Norte y el concurso gorro mexicano de cuando tenía cuatro años.
Echaré de menos mi cumpleaños expo.  Echaré de menos un montón de cosas.  Otras no.  Pero también seguiré echando de menos no haberla vivido contigo, ni contigo, porque a pesar de todo lo que hicimos, del cansancio, del desgaste, de pa ti es la expo-pa ti... siempre me quedará la sensación de que algo se nos quedo sin hacer.
Por Expo Paisajes 2014... que yo al menos fui a Dubai.

domingo, 15 de marzo de 2009

Hasta pronto

A veces se cruza en nuestro camino la persona perfecta.  Ese o esa, con el que sabes podrías pasar toda la vida.  Esa persona con la que estás y el tiempo pasa volando.  Esa persona que parece leer tu mente, que parece que es la otra mitad de ti, que te hace ser mejor, con la que ríes sin parar, o hablas como si la última vez hubiese sido ayer y en realidad haya pasado mucho tiempo.
Y a veces, a esa persona la dejamos escapar.  Bien porque no es el momento.  Porque no lo
 sabemos y lo descubrimos con el tiempo.  Porque no es para nosotros.  Porque es demasiado bueno para estar a nuestro lado.  Porque el camino se entrecruza, o porque tomamos un desvío.
Con el tiempo puede que los desvíos se vuelvan a encontrar, y que por un momento, en la estación coincidas de nuevo.
En esos momentos hay varias formas de reaccionar.  Esta la forma del no he pasado página, del te he seguido esperando, del me quedé aquí sentado en la estación intentando encontrarte entre toda la gente que subía y bajaba de los vagones.   Esta la forma del suplicar.  Del no te vuelvas a ir.  Del quiéreme.  Del sin ti no sé vivir.  Del ser egoísta, y no entender que el camino del otro ya tiene un recorrido que no es el nuestro.  Y ésta la forma del seguir adelante.  Del querer sin querer.  Del esperar sin esperar.  Del recordar sin recordarte.  Del olvidar sin olvidarte.  Del hasta luego.  Porque sabemos que siempre habrá un lugar para él o ella en nuestras vidas.  Y que siempre será como ayer, aunque pasen los años.
Gracias por regresar.  ¿Te fue bien el viaje? Hasta pronto.

viernes, 13 de marzo de 2009

Un milagro terrenal

Javier nació hace cinco meses.
Y no era un niño cualquiera. De él, dependía la vida de su hermano, Andrés, que ahora por fín cumple siete años.
Andrés tenía una enfermedad grave, genética, una anemia severa.
Tan sólo la donación de las células del cordón umbilical de su hermano lo podían salvar. Pero sus padre no podían tener un hijo sano; corrían el riesgo de tener un hijo que tuviera la misma enfermedad que el mayor, e incluso peor.
Con el tiempo, la medicina y la investigación, abrieron una posibilidad, un rayito de esperanza... un bebé elegido genéticamente podía salvar a Andrés, darle un hermanito y colmar a sus padres de felicidad.
El milagro se ha cumplido. Se llama Javier, tiene cinco meses, y ha salvado a Andrés.
Y a aquellos católicos apostólicos, a aquellos cerrados de mente, a aquellos retrogados que rezan por la noche e injurian durante el día, sólo les diré una cosa...
ojalá pudieran sentir lo que yo he sentido cuando he visto en la tele las imagénes de Andrés abrazado a Javier, dándole besos en la cara. Ojalá. Porque eso significaría que están vivos y que para ellos también hay algo de esperanza.
Hoy esos dos niños son la imagen de que la vida merece la pena, de que hay esperanza para todos, 46 familias ya han pedido lo mismo, y ésta noche, seguramente, soñarán con un rayo de sol, y dormirán un poco más tranquilos.
Esto es un milagro, y esto demuestra, que tal vez, exista algo. Se llame como se llame.

jueves, 12 de marzo de 2009

martes, 10 de marzo de 2009

Inevitable

A veces es inevitable pensar como hubiese sido este día si las cosas fueran de otra manera.  Pienso que nunca hay que mirar atrás, sólo se va para atrás para coger impulso, para recordar lo bueno que nos ha pasado, nunca para arrepentirnos de lo que hicimos... si has de arrepentirte hazlo por aquellas cosas que nunca llegaste a hacer.
Pero es inevitable.
Muchas veces, o al menos algún día, paseas por la ribera y piensas cuán distinto podría ser todo.  Pien
sas que eso paseo podría haber sido compartido.  Piensas que tal vez el paseo no hubiese existido porque no vivirías aquí en la capital del cierzo.  
A veces actuamos de manera que otras veces no haríamos.  Y eso me paso contigo.
No aceptar que perdemos, es el peor de los errores.  Pensar que podemos aguardar los cambios.  Sentarnos.  Esperar.  
Y yo también me pregunto mientras veo llover, si salgo a mojarme por ti, o sí mejor me quedo en casa.   Las tormentas pasan.  Los corazones duelen. Y las cicatrices se cierran.
El peor castigo es perder la ilusión por aquello que te ilusionaba.
Y yo, siento que mi ilusión me ahoga cada día un poco más...

lunes, 9 de marzo de 2009

Sin frenos, pero comenzando a frenar, o eso creo

Matamos la ilusión?   Tal vez.
Y dónde quedo yo?  En este mundo sin tu voz... 
Qué hoy te veo y aunque lo intenté no se me olvida... qué sigo siendo la misma loca que entre tus sábanas se perdía, y no soy distinta, de aquella idiota que te quería
No importa cómo fue, ni quién...
Y dónde quedo yo?  Ignorando las señales que me llevan a encontrarte

Me dueles tan hondo, tan dentro, como un lamento, como una espina, como una mentira, me dueles como duele el tiempo que yo he tirado a tu lado.  Me dueles como duelen los ojos de haberte llorando tanto.
Me dueles como duele el llanto, no sabes cuanto, como una herida, como alma pérdida; me dueles como duele el tiempo que yo he tirado a tu lado.  Me dueles como duelen los ojos de haberte llorado tanto.

Cortas la distancia que hay entre tus ojos y mi alma, muchas las excusas para no aceptar que me haces falta.  Y es que hay veces que no llegó y otras me paso de frenada.  Nunca sigo el plan de vuelo y aterrizo fuerte al ver tu cama.
Y te marchas y me dejas, otro beso que se estrella contra mi canción que me recuerda un beso en tu escalera, mi mano en tus caderas, tu sangre por mis venas... mis labios por tus piernas.

Siento tus miradas que me duelen más que tus palabras.  Siento que te alejas, o tal vez, soy yo quien no se acerca.
Hay veces que me muestro y otras que es mejor no dar la cara.   
No es momento de hacer cuentas, sabes bien que no me debes nada.

Me he perdido al sentir tanto calor y tanto frío.  Sabes que me quedaría aquí contigo, pero no te mereces tal castigo.  Todo pasa.  No es por ti, tal vez por mí, tal vez por nada.  Soy de lejos el peor de mis fantasmas, de cerca la peor de tus batallas.
Hoy no trates de pararme porque puede que te arrastre hacía el vacío.  Es difícil distinguir al enemigo.
Vuelvo a creer que esto no es tan bueno.  Vuelvo a sentir la rabia por momentos.  No hay marcha atrás.  Ya no me queda tiempo.

Tan sencillo que hay momentos que adrede lo complico.  Por cruzarme un poco más en tu camino.  Por pensar que no soy parte de tu olvido.

Y me faltan las verdades que hoy por hoy ya no te bastan.  Las mitades que en tu vida ya no encajan.

No vengo a contarte el último invento para ser feliz.
No vengo a inventarme un cuento que haga que estés junto a mí.
No quiero trabarme con un trabalenguas que intente decir que a veces intento y no consigo largarme de aquí.

Buscaba palabras que te hicieran cambiar de opinión.  Pero ayer la musa se fue a por tabaco y no regresó.
No. No.  No me pidas que te explique lo que nunca tuvo explicación.  Que navegue en tu barco sin timón.  Esta noche... no.  No tengo la fuerza, no tengo el valor, no esta noche, no me quedan fuerzas, no le quedan ganas a éste corazón.

Me faltan tus labios...

Te supieron a poco...

Mientras brille la luna, mientras dure el aroma de las flores marchitas que dejaste al partir...
Mientras dure la brilla seguiré con la duda de seguir encerrada o salir a mojarme por ti.

Sólo me queda cargar con la culpa.  Para hacerme a la idea de que no estás aquí.  Tal fuiste un sueño, tal vez sólo un fantasma, que una noche de agosto entró por mi ventana,  a robar mi alma, a incendiar mi cama...

Yo, sin tanto que decir ni tanto que callar, empezándome a creer mis mentiras.
Tú, buscando tu lugar entre sueños y prozac, escondiéndote entre falsas caricias.
No me hables de volar, prefiero caminar, y salir de ésta con vida...

Puede que ésta al final sólo sea una más de nuestras relaciones suicidas.
Volvemos a topar con el mismo callejón sin salida.

Tú queriendo comprender el cómo y el por qué los besos se volvieron ceniza.
Yo me pierdo como ayer en hojas de papel intentando dibujar mi sonrisa...
No me hables de luchar no quiero comenzar una lista de batallas pérdidas.

Sólo una más...

domingo, 8 de marzo de 2009

Otra o al pilón...

I have monkeys ni my face?
I have hair in my lenguage?

Así nos pegamos un rato el viernes en el Fota, Roberto, Monty y la servidora, sin ir a cenar, y pasando de las cañas a los gintonics.  
Gracias por la risoterapia.  Gracias.
Gracias por estar ahí.  Por los abrazos.  Los besos.  Por que hoy siempre parece que fue ayer. 
Gracias por los chistes malos, tan malos como los míos.

Gracias por comprar tonicas y hielos y hacer botellón en casa.
Gracias por el vermú del sábado por la mañana.

Gracias por los orujos de hierbas.
Gracias por I Have Pepes.
O por dedon, dedon, qué de dónde?

Gracias por los bailes de Fama... Raúl Rebeca, un paso adelante.  El forstron está bien, mejoráis en lírico pero todavía os queda pendiente el breakdance.
Gracias por estar siempre ahí.  
Gracias por guardar el móvil para que en medio del Ruavieja no haya llamadas inoportunas, ni a las cinco se manden sms que no debemos enviar.

Gracias por darme ternasco para cenar... aunque lo odie.
Gracias por traer el vino cuando se estropea el cañero y pasarnos a los calimochos.
Gracias por las fotos.
Gracias por hacer de fotografo del siglo pasado.

Gracias por buscarme en medio del pabellón para cantar contigo a voz en grito He sido tu peor error.
Gracias a ti también por bailar el Amante Bandido conmigo creyendo que estábamos en Fama.
Gracias por bailar sin parar entre la niebla.
Gracias también por los bailes con Miguelito.

Gracias por tus olés desde arriba del escenario.  Por el moratón de mi brazo.  Por la sudadera champán.
Gracias por el guiñote.  
No empieces con tus mú de jijiji.
Gracias por las visitas.

Gracias por los reencuentros.  Gracias por las presentaciones.  Gracias por las ausencias, y por recordar juntos a los que nunca se olvidan.
Gracias por recordar los tiempos de La Recogida y sus margaritas.
Gracias por soñar despiertos.

Gracias por todas las bodas que anunciamos en el escenario.
Gracias por cantar sin parar, hasta desgañitarnos.
Gracias por las torres de sillas.
Gracias por las fotos comprometidas de la periodista y el concejal... Véndeme!  No pararé hasta que me consigas un sillón en las Cortes.

Soy muy víctima.
Gracias por no chupitear.  Gracias por el último botellín de agua.
Gracias por que no hubiera rock.  Gracias por todo,

AÚN VALE CON LA ANGUILA...

jueves, 5 de marzo de 2009

Una merienda en el casco


He salido de currar a las 14.55h... en las Murallas me esperaban los de la radio... cañas, tapa, carajillo y copa... miles de frases que recordar... me he vuelto a ir a mi empresa donde no tengo ni voz ni voto... y a las 19.05 volveré a echar copas. Hay gente que te ayuda a no caer mientras te preguntas...


Dime tú la razón de por qué sigo aquí...

puede que alguién me agarre o me salga de mí.


quizá sea porque todo parece tan bueno

quizá sea porque esto es lo único que tengo


Dime tú la razón por la cual sigo aquí...

si todo está tan claro y mañana tan gris


quizá sea porque todo parece sencillo

y en la sala de espera siempre estamos los mismos


Por qué voy a correr si la vida me espera

no sé quien me ata los pies a la tierra

esperaré a mañana a ver si alguien me suelta


PORQUE NO HAY NADA MÁS QUE ESTAS CUATRO PAREDES

Y UN PUÑADO DE SUEÑOS QUE AL DARME LA VUELTA DESAPARECEN


PORQUE NO HAY NADA MÁS QUE EL RUIDO DE LOS COCHES

QUE DEVUELVE MI MENTE A LA REALIDAD CUANDO ACABA LA NOCHE

CUANDO ACABA LA NOCHE


Dime tú la razón por la cual sigo aquí...

si aunque me abras la jaula no intento salir


A un minuto de ti todo tiene sentido

y a un segundo de ti todo está tan vacío


Por qué voy a gritar cuando nadie me escucha

el silencio ya no responde a mis preguntas

y los días felices se los llevó la lluvia

martes, 3 de marzo de 2009

La Princesa que no veía el sol

La Princesa decidió que nunca más iba a llorar.  Nunca.
No lloró cuando se acabó el colacao que todas las noches tomaba mirando las estrellas.
No derramó ni una lágrima cuando el jilguero que cantaba en su ventana se murió.
Dijo que no lloraría y no lloró cuando la pelota de jugar al fútbol se pinchó y desapareció en el rincón de su memoria.
Ni una lágrima, ni una sola, cayó por su mejilla cuando se rompieron los tacones de todos sus zapatos.
Ni siquiera cuando se le olvidaron todas las canciones, todas las palabras de amor, ni cuando su corazón se llenó de sueños rotos e inacabados.
Tampoco lo hizo cuando sus vestidos envejecieron, cuando su pelo se cardó, cuando sus uñas se rajaron por la humedad del reino, ni cuando su piel siempre se erizaba por la corriente de los vacíos pasillos.
No lloró cuando todos la abandonaron, cuando el silencio se hizo protagonista del castillo, cuando los miedos se agolparon en todas las esquinas.  No lloró.
No lloró cuando recordaba los días en que el heladero cruzaba el patio del palacio con los helados de limón más ricos del mundo.   Tampoco cuando el sastre le traía las capas mágicas que el Hada Maravilla encantaba para que ella pudiera ir y venir sin dar explicaciones.   Ni siquiera cuando los cuentos desaparecieron y cuando los poemas ardían al abrir los libros.
Ni una lágrima, ni una, gastó cuando no supo que era el café, cuando no recordaba que era un periódico, cuando se olvidó de querer, de compartir, de vivir...
No lloró cuando las nubes cubrieron todo el Reino, cuando la niebla cayó cubriendo las calles y los recuerdos... pero una mañana despertó.
Despertó sin recordar nada.  No sentía nada.  No sabía si vivía o no.  No recordaba lo que era reír ni sabía si sonreía o no, porque no recordaba sonreír.  No sabía lo que eran los besos bajo la luna, aunque hiciera frío.  Ni por tanto recordaba lo que era una mano que rozaba tu mejilla o un abrazo que te tranquilizará tras una noche de oscuros miedos.
Pero esa mañana despertó.  Se asomó a la ventana y un rayo de sol entró por una grieta de las nubes que cubrían el Castillo.... entonces lloró.  Una pequeña lágrima cayó por su mejilla, y comenzó a recordar... recordó todo lo que había olvidado.
Recordó lo que era el sol, lo que era querer, lo que era vivir, soñar, dormir, hablar, cantar, crecer, avanzar, abrazar, rodear, brindar, sentir, amar, construir, intentar, encontrar... y entonces, decidió que lloraría cuanto quisiera.  Porque tras cada lágrima siempre encontraría una sonrisa.

domingo, 1 de marzo de 2009

Terapia

Ayer quedamos a cenar; orden del día:  El tio cretino que viene de propio a Zaragoza para comunicarle a su ex que se va a casar, pero que no es lo mismo que cuando estaba ella.  Resumen: quemar las posibilidades antes de decidir que hago con la pobre chica que ahora mismo duerme en mi cama.
Segundo orden del día: la noche del viernes tras la trece catorce.
Tercer punto:  la venganza a la bocazas que va por ahí contando cosas de mi vida que son mentira.

La botella de Enate se nos quedo corta a las tres.... con grandes frases como:

Es cómo respirar y tragar, son conductos distintos... (esto es una mujer describiendo a dos hombres distintos)

Y su amiga le contesta:  Aprovecha el tirón para tu cutis.

Luego quedamos con otros tres amigos para también debatir de estos puntos, anteriormente hicimos una parada en el Manolo, para acabar en El Linares... donde el grito de guerra era. La Cola No.

Después de que nuestro amigo Manolo nos diera los mil consejos románticos sobre cómo conquistar a un hombre, nos dirigimos a La Caja Tonta, jugando con los carteles que encontrabamos en la calle...

Mira Comandante Ripollés, mira la polla del revés

O la gran frase la noche

Tengo el wifi como un abrevadero de patos.

La frase

Él le dijo a ella:

-  ¿Por qué no me llamas para hacer algún plan de día?


Aplausos...