El vacío inunda lo que hasta hace unos meses era el foco de un espíritu, de la ilusión colectiva, del futuro, del sueño, de la vida, y de la magia.
No sé que haremos este verano, algo nos inventaremos seguro, para empezar ir de boda; pero tengo claro que echaré de menos el verano de 2008.
Echaré de menos los primeros días, los nervios, las inauguraciones a toda prisa. No echaré de menos el primer programa de la noche Expo, ni mis conexiones, a lo mejor mi entrevista al cocinero sobre el catering, y recordaré siempre que vi los fuegos descalza con Víctor.
Echaré de menos el primer paseo a la Cantina antes de que se abriera la Expo, después hubo muchos otros. Echaré de menos las tardes de paseo, las llamadas ¿quedamos?, las noches de cenas asquerosas... Echaré de menos las cervezas y el queso de Lituania, incluso la ducha gigante. Echaré de menos las cañas con Rafita en el Pabellón de Zaragoza. Los paseos cuando Raquel aún estaba en el vientre de su madre bajo el calor. El día Grundfos. A Fluvi, por el que siempre me preguntaba Luna, y el cual permitió que todos los niños de mi pueblo fliparán al creer que era mi colega.
Echaré de menos los rincones, las sorpresas, las actuaciones que te encontrabas de repente, casi casi sin saber. Echaré de menos las Noches en la Expo, y a su gente. No echaré casi de menos el estudio del pabellón de Aragón, pero sí todo lo que allí paso, menos el día del País Vasco, mi peor día en la Expo... echaré de menos hasta el fútbol. Y las pipas, y las cañas.
Echaré de menos las excursiones. Las pateadas. Aunque mis pies aseguro que no. Echaré de menos el moreno obrero, el sol, el calor, y alguna que otra fila.
Echaré de menos el pabellón de Austria con nuestra actuación tirolesa. Echaré de menos la tardes con la cámara al cuello echando fotos. Echaré de menos las quedadas, el momento ha nacido Raquel y el homenaje en Uruguay. El día con Isabel o con Raúl pateando sin parar. Echaré de menos el primer hombre vertiente, y el último y todos los del medio. Echaré de menos a Carmina Burana. Echaré de menos ver descalza los fuegos el último día con Victor y Paco.
Echaré de menos la primera copa en la terraza del Acuario, y la última. Echaré de menos bailar como una loca en un after en el palenque de Aragón cuando la Expo ya estaba siendo desmantelada.
Echaré de menos que ella no lo viera, y que me preguntará sin parar como era y que hacía allí.
Echaré de menos las llamadas, entre otras, la recibida en la Torre del Agua. Echaré de menos subir hasta arriba del todo con Paquito. Todas las tardes con Manolo. Y echaré de menos a Los Tigres del Norte y el concurso gorro mexicano de cuando tenía cuatro años.
Echaré de menos mi cumpleaños expo. Echaré de menos un montón de cosas. Otras no. Pero también seguiré echando de menos no haberla vivido contigo, ni contigo, porque a pesar de todo lo que hicimos, del cansancio, del desgaste, de pa ti es la expo-pa ti... siempre me quedará la sensación de que algo se nos quedo sin hacer.
Por Expo Paisajes 2014... que yo al menos fui a Dubai.
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