lunes, 31 de enero de 2011

Y entonces lloras, ¿por ellos o por ti?

domingo, 30 de enero de 2011

Corazón Rocoso (I)

Abrió su corazón y sacó la piedra. Ardía. Nunca le había pasado nada parecido. Desde que su corazón, tal y cómo lo conocemos, había dejado de funcionar, en su interior tenía un trozo de roca. Normalmente, estaba fría, a veces húmeda, pero nunca había estado caliente.
Se la solía quitar para evitar dolores. Mal de amores. Angustias. Porque no es muy recomendable para la salud ir con una piedra por ahí dentro. Se había hecho añicos su corazón real y le habían recomendado esta solución. La noche en que lo introdujo fue la más dolorosa.
Nervios. Escalofríos. Dolor. Miedo.
Después las noches y los días se fueron sucediendo. Sin alteraciones. De vez en cuando, olvidaba la piedra dentro del corazón, y esto le producía alguna que otra sorpresa. Con la piedra pensaba que nada le podía hacer daño. Pero era mentira.
Aún con un corazón de piedra, había sufrido. Había querido. Había odiado. Había amado. Había olvidado y como no, había recordado. Con un corazón de piedra pensaba que no podría soñar, pero soñaba, y estaba casi convencida de que si se lo proponía podría incluso volar.
Sin embargo, con un corazón de piedra, no había podido correr tras él. No había podido decirle que lo quería. Por eso, cuando los días de niebla, el corazón rocoso se humedecía más que de costumbre, ella sacaba la piedra. La secaba con una toalla de seda y la colocaba junto a la estufa. Esos días preparaba un colacao. Se echaba la manta encima y veía alguna película que la hiciera llorar. Para recordar que todavía tenía lágrimas, para recordar que aún seguía viva. Sólo derramaba tres. Cada una de ellas era un sentimiento que se iba y dos sueños rotos. Por eso lloraba pocas veces. No quería despilfarrar sentimientos. No había tiendas donde comprarlos.
Otros días sin embargo, se encerraba en la habitación. Leía algún libro o escribía poesías que nunca nadie leería. Y la piedra, dentro del corazón, encontraba un poco de paz.
A veces soñaba que la piedra se convertía en un globo que escapa volando por encima de los árboles. Esas noches, la piedra, colocada en la mesilla, temblaba.
De repente, una noche, el mundo se tambaleó. Olvido la piedra en el lugar de su corazón, y tras haber tomado unas copas de más, haber reído y bailado como una loca, se metió en la cama. Al rato, la piedra comenzó a abrasarle el pecho, y sintió que un gran abismo se había abierto. Un vacío entre ambos. Sintió que la piedra se hacía añicos de nuevo. Y que para su enfermedad y sus miedos, no había ninguna medicina. Sintió que el final estaba llegando.

domingo, 23 de enero de 2011

Tequila

Cerró la ventana. Se puso la bufanda y salió a la calle. Sobre la mesa quedaron los vasos de tequila, las rodajas de limón seco de la última noche.
Fuera soplaba el cierzo. Y mientras, su corazón se perdía. Se apagaba.
Hasta que de repente. Clic. Se enciende una luz. O se apaga. O se abre una puerta. O se cierra.
Te quiere más que a nada, y a veces, imagina que lo sabes.
A veces duda de si existes.
De si realmente sabes lo que vales.
Hay promesas que se hacen, y no son para nadie.
La Rebe in the city se perdía por pensarte.
Pero ahora todo era distinto.
No era lo mismo.
El corazón se apagó. Se esfumó por el camino de las baldosas amarillas.
Tal vez saltó al vacío. Se había roto en pedazos que estaban pegados con tiritas.
Demasiados desafíos. Ella no podía ser tan fuerte.
Decidió, únicamente, seguir hacia adelante.

viernes, 21 de enero de 2011

Y él le dijo a ella:

"Esas tristezas y decepciones, te están poniendo muy guapa"

jueves, 13 de enero de 2011

Un respiro, desabrocharme el vestido

Cómo siempre, finalizo dándole la razón a mi gurú musical...
cierto.
y cierto.
cierto.
y cierto.
Regalo de hoy... Pastora


Cuanto necesitaba un respiro, desabrocharme el vestido,
perder sentido,
cuanto necesitaba
unas manos que se alzaran al aire.


Y es que todo lo que quiero esta a puntito de caer,
y cuando creo que lo tengo no lo puedo retener,

hay que pena,
se van los problemas,
se van los dilemas,
me quedo serena.

Y se va llevando, te va embaucando.

You feel the magic,
get emotion,
feel you're body
and you're all the things you can do.

Cuanto necesitaba un respiro,
sin pedir nada a cambio
es dar y probarlo,
para ver que se siente,
ocupando otro ambiente.

Y se va llevando,
te va embaucando,
y vas pensado,
en lo que quieres despejar.

Y que importa la incognita:
Cuántica,
química,
física,
matematica.

Si te veo en el fondo,
con cara de asombro,
me das un minuto...
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Trists, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Miguel Hernández
POETA

miércoles, 12 de enero de 2011

Quizás caiga una estrella

"Quiero que flotes,
quiero verte cantar con furia,
y bailar como posesa,
si, verte feliz Hasta el delirio
o dispuesta a serlo.
Ya sÉ que suena un poco cursi,
pero el amor es pasión, obsesión, no poder vivir sin alguien.
Mira, pierde la cabeza,
encuentra a alguien a quien amar, como loca y que te ame de igual manera.
¿cómo encontrarlo?
... pues....
olvida el intelecto y escucha al corazón.
lo cierto hija es que vivir sin eso no tiene sentido alguno.
Llegar a viejo sin haberse enamorado de verdad, en fin, es como no haber vivido.
¡Tienes que intentarlo!,
porque si no lo intentas no habrás vivido.
No te cierres, nunca se sabe,
Quizás caiga una estrella"

"Conoces a Joe Black"

lunes, 10 de enero de 2011

Si solo quedaramos nosotros dos en el mundo,
¿tendrías miedo?

sábado, 8 de enero de 2011

Amigos

Desmontó el árbol de Navidad. Guardo los adornos en sus correspondientes cajas. Y lo metió todo en el armario. Adiós. Hasta el año que viene. O tal vez no...
porque la Rebe in the city tenía un amigo que andaba muy preocupado con eso de que los pájaros del mundo se estaban muriendo.
Decía su amigo y su otra amiga, que el fin del mundo andaba cerca. Y que si no te pillaba bailando pues te pillará dándole sin parar. Por eso en aquel viaje en autobús él se dedicó a contarle que si en ese mismo momento un pájaro caía delante de él, se pondría a follarse al autobús entero hasta que el mundo finalizara.
La otra andaba más a su rollo... pensaba si era lógico que su suegro fuera quien le revisara los bajos y le atendiera como ginécologo.
Y luego estaba ella, su mejor amiga de menos de tres años, que tras varios abrazos desinteresados, la miro muy seria y le dijo, hoy, tú me vas a comprar el huevo kinder. A cambio le había regalado una moneda de un euro de chocolate que valía seis céntimos.
Tenía unos amigos maravillosos.
Tan maravillosos como los deseos que había recogido en su árbol y que había guardado en una caja estrellada.
Y en todos algo en común, un deseo universal de ser felices, y también, de ser queridos. O acaso ambas cosas son lo mismo...

martes, 4 de enero de 2011

Con que quedarse con el momento en que te das cuenta de que quieres a alguien, con el momento en que te das cuenta de que no lo quieres, con el momento de lo quiero pero él no o me quiere y yo no puedo quererlo?

lunes, 3 de enero de 2011

Diálogos

Qué te pasa?
Me he enamorado.
Y cómo lo sabes?
Porque a veces me hace volar.


Qué pasa?
Me desenamoré, ya no creo en eso...
Por qué?
Cosas que pasan, como la vida.