miércoles, 29 de julio de 2009

26

Cumplí 26 y no fue el mejor de mis cunpleaños.
Pero nació Lucas y eso mola, y nació una hora justo, después de la que yo lo hice, por lo tanto será tan juerguista como yo dicen en la familia.  Ya le he dicho que cuando cumpla 18 años, yo cumpliré 44 y nos iremos por ahí, y su hermana que tendrá 25 podrá venir si quiere, pero un rato.
Ay... pasan los años, y ayer cuando dije sobrinos en voz alta me quedé helada.  Y eso que no cuento a Raquel ni a Martín, porque que los amigos tengan niños ya empieza a ser tónica, y me falta uno más todavía...
Pero bueno, eso es otra historia y ésta va sobre otra cosa... hoy he tirado ya el ramo de flores que me enviaron a mi casa hace una semana, qué bonito, qué pena me ha dado... me encantan las flores, y también he tirado la tarta.  Mi madre me dejó un trozo en la nevera porque el viernes aún no había parado por casa para probarla... y hoy la he tirado intacta... me daba mal rollo tirarla pero claro, hay que tentar a la suerte.  Le he dado un bocadito al chocolate, lo justo para no morir y lo justo para que no me traiga mala suerte... porque yo, beso incluso al pan, pero eso es otra historia.

domingo, 26 de julio de 2009

Filosofía de siesta

Amélie decía que no son buenos tiempos para soñadores...
No son buenos.  O al menos los últimos días lo demuestran.  El fuego nos castiga.  Y el hombre, lucha sin descanso, y comprende cuán pequeños somos, insignificantes, débiles, a merced de tantas cosas.
No son buenos tiempos, porque la sangre copa las portadas de los informativos.  Apenas sacamos ya a los muertos de Afganistán o de África se nos quedan grandes, lejanos, o a veces también pequeños.  Aquí tenemos los nuestros... muertos irracionales.  Niñas apuñaladas por hombres.  Mujeres matadas por sus novios delante de sus hijos.
Creo que todos podemos perdernos... pero en qué momento puedes matar a quién más quieres? cómo el amor puede pasar a verse envuelto en sangre?  cómo la vida se puede destilar muerte?  cómo puede seguir viviendo el que coge el teléfono y escucha que han matado a su hija, en su casa, de una manera atroz?  cómo podemos seguir viviendo en una amnesia de vida que ha dejado de lado el amor o las sonrisas?
Porque todo sigue, y porque todo continúa.  Y porque los día en los que no comprendes dónde esta el puerto que necesitas para descansar, o que quisieras cerrar los ojos para no abrirlos más, hay momentos mágicos.
Son momentos pequeños... que te salvan.  Cuando paseando por la Plaza del Pilar ves a una niña corriendo detrás de unas palomas, ella se gira, te mira y sonríe.  Y ahí está la magia.
O cómo cuando ves por primera vez a tu sobrino.  Tras un cristal.  O cuando lo tocas por primera vez.  Y quieres parar el momento para que ningún móvil lo interrumpa.  O cuándo la hermana de ese niño lo coge por primera vez, y sonríe.  Y continúa sonriendo.  Y lo mira.

Puede que esta vida no sea perfecta, y que a ratos se haga dura, pero es la que tenemos, y depende de nosotros que ese amor no se transforme en odios.  Que el amor nos haga sentirnos vivos.  

viernes, 24 de julio de 2009

miércoles, 22 de julio de 2009

Cumple

Ha sido un cumple para olvidar o para recordar...

Para recordar porque ha nacido Lucas, he ganado una apuesta y soy de nuevo una super tia.
Para recordar la gente que me ha dicho hola te recuerdo y felicidades.
Incluso aquellos que no se han acordado.

Y para olvidar de nuevo esa sensación.
Ver cómo el fuego arrasa con todo.
El miedo, el cansancio, la impotencia y las lágrimas... 

Pero qué sería del mundo si no tuviéramos esto... pues seguramente, no sería nuestro mundo.

martes, 21 de julio de 2009

Ideas para mi cumpleaños...

Quiero que por obligación constitucional el día de tu cumpleaños sea fiesta.

Quiero, según me ha dicho mi becaria, que otro derecho constitucional sea que puedas besar al chico más guapo del mundo, al menos una vez en la vida.

Y si puede ser que el día de tu cumpleaños puedas besar a quien quieras.

Quiero que me regalen un carnet de conducir.

Y un piso. Sobre todo quiero despertarme y tener mi piso y mi hipoteca firmada. Aún con hipoteca.

Quiero una nintendo DS. Y la Wii para cuando tenga piso…

Y un anillo de Vitorio y Luchino

Y quiero unas sandalias.

Quiero también que me quiten de encima un muerto tremendo

Querría recibir un gran ramo de flores

Y una fiesta sorpresa

Querría un bolso, y una pulsera

Y unos pendientes preciosos que pegasen con el pelo corto y el largo

Querría multitud de cedés, y saber grabar canciones al ordenador de las que descargo con Spotify

Querría que me regalarán algún libro que me enganchará, me hiciera llorar, reír y soñar

Ir al Plata.

Navegar en barco en el Ebro

Desayunar en la ribera

No pasar calor

Dar un paseo en bici

Montar en el telesilla

Volver a ponerme mi vestido rojo

Quisiera que me regalarán un masaje, y mejor, que me lo hicieras tú…

Querría sentarme en un río y mirar pasar el agua, en algún lugar del Pirineo
Tostarme al sol tirada en alguna playa, pero unas pocas horas…

Querría un mp3… y encontrar por fín unos cascos para el móvil

Querría quitarme de encima un muerto muy grande

Y correr…

Ir al Teatro

Y a ver un musical

Y tener siempre alguien con quien ir al cine, aunque no sea miércoles.

Y viajar mucho…

Y sentirme Amélie por un rato, cómo antes…

Y tener un encontronazo, y un flechazo, y que alguien venga y me cuente un chiste malo

Y que me regalen un cuento

O una canción

Jugar un partido de fútbol con niños de cinco años y correr por la hierba

Y meterme en una fuente

Y dar otra vez un paseo por un jardín termal

Y tomar vermú contigo

Y bailar

Ir de verbena

Y no acordarme de algunas cosas, y no olvidar nunca otras

Y sentirme útil

Y saber a que huelen las nubes…

lunes, 20 de julio de 2009

Boda Raquel y Colmi 18.07.09

Sugus de vainilla.
No existen pero estoy segura de que ella, los ha probado.
Un día llame a Raquel, y le pregunte cuál era el sabor de su sugus preferido, era la excusa para saber que canción la recordaba a Colmi.
Y me dijo que de vainilla.
Y aunque no existen, no me extraña… y seguro que un día los probó, aunque no existan. Porque no conozco a una persona como ella. Nunca se rinde, nunca se da por vencida. Nunca la conocerán triste, y nunca, la verán llorar, hasta ahora, o caer.
Y esa chica, con la que de pequeña jugaba al descanso y a las muñecas, o a los bares… y así nos ha ido.
Con la que me sentaba los viernes por la noche detrás del frontón para ponernos al día, con la que recorría las fiestas de los pueblos, con la que cantaba a voz en grito las canciones de OT, Manolo García o Pastora Soler (es que ella hasta hace poco no conoció el cedé), o con la que siempre puedes contar… hoy se casa.
Un día, nuestro amigo Tanga, me dijo… la Reich tiene un ligue. Es dejay. Imagínense como me quede… Mi amiga aprovechaba mi ausencia por el Pirineo, para écharse un ligue y más, dejay. Y entonces, comenzaba esta historia.
La de la chica que soñaba con sugus de vainilla y el chico que soñaba con sugus de fresa, sabor corazón o cachirulo.
Vivían cerca y lejos.
Ella en un reino con dos torres gemelas y él en otro con una dama llamada Dolores,
Lejos y cerca.
Pero los caminos a veces se cruza, se entremezclan, se rozan y hoy estamos aquí.
Se juntaron y ya no hubo más noches a oscuras, los silencios se llenaron y las palabras se volvieron miradas.
Y por delante quedan momentos felices, quedan muchas risas como las que hemos vivido ya, o incluso mejores.
También quedarán momentos en que nos sentiremos débiles, confusos, inseguros, pero entonces, Raquel y Luis Angel, mirad al lado y veréis al otro…
Y en ese momento, estoy segura, que en algún lugar del mundo, en una fábrica de sugus, alguien logrará la fórmula perfecta del sugus de vainilla, o incluso, del sugus sabor corazón, sabor amor, como el nuestro y como el vuestro.

domingo, 19 de julio de 2009


Hola...

¿Estás ahí?

martes, 14 de julio de 2009

Así

Llevó unos días que me acuerdo más de ella.
Y noto el vacío.  Los vacíos dicen que se llenan, y yo digo que a veces, a veces se llenan y a veces se vacían.
Noto que no está, pero también noto que es como si todavía estuviera.
Y no sé porque será pero me noto rara.  y siento que algo me falta, y que me faltan muchas cosas, y que me sobran otras muchas.
Y te echo de menos.
Tanto, que a veces me tortura el vacío.  Sí, ese que se llena.
Suspiro.
Y trago aire para llenar mis huecos vacíos.
Vacío.
Y necesito decir tantas cosas que no puedo, y diría tantas cosas que no dije y tantas cosas que nunca diré ni diría ni debería haber dicho.
Y te echo de menos.
Y me gustaría pensar que todavía nos queda algo... un último abrazo.
Siempre debería quedar el último abrazo.
Un derecho.
Un deber.
Una obligación.
Y aún así no olvido que le quiero.  Y que siempre estará aquí.  Aunque los días pasen, los vacíos se llenen o se vacíen.  No se pueden evitar los recuerdos, ni la vida que has vivido, ni con quien la has vivido.
Te echo de menos, y te quiero, yaya.

lunes, 13 de julio de 2009

A veces, me puede la presión...

La presión de ser siempre perfecta, o estar perfecta.  De sonreír, de reír, de hacer las gracias, de animar o levantar la fiesta.  De tener conversación aunque no tengas ganas.  De ser buena en todo.  De ser la periodista.  De ser lista.  De saber estar.  De bailar sin parar.  De echar copas.  De dormir poco.  De vivir sin parar.  De saber siempre que hacer.  De escoger siempre el camino correcto.  De saber siempre que decir.  De escuchar.  De callar.  De decir disparates.  De tantas cosas...

A veces me puede la presión...

Faltan cuatro días para la boda y sigo sin tener el texto que debo leer...

miércoles, 8 de julio de 2009

Fue un gran verano...

Antonio, ¿tienes tiritas...? 
    ( y entonces, alguien se descojona...)

lunes, 6 de julio de 2009

Escapada

Una maleta de lunares.
Mi vestido piscinero.
La falda larga.
Chancletas.
Camisetas.
Algo mono para el viernes.
Algo mono para el sábado.
El kit para subir el domingo al cerro... si es que llego.
"Los hombres que no amaban a las mujeres"
El nuevo cedé de Bebe para cantar a voz en grito nada más despertar.
El portátil sin conexión a internet (o sí monty) para escribir algo pendientes, y no es una carta.
La crema factor 50 para la cara.
Unas zapatillas para coser de una puñetera vez (negocio a la ruina)
Pintauñas.
El mp3 para la piscina.
Muchas ganas de tirarme a la bartola.
Ganas de desaparecer de la ciudad y del asfalto lleno de vehículos.
Miles de cosas que hablar sin decir nada sentada en la orilla de la piscina.
Ratíllos de soledad.
Ratillos de silencio.
Ratos de sol y de risas.

Me voy cinco días al poblado... eso, sí son unas vacaciones...