Mi vestido piscinero.
La falda larga.
Chancletas.
Camisetas.
Algo mono para el viernes.
Algo mono para el sábado.
El kit para subir el domingo al cerro... si es que llego.
"Los hombres que no amaban a las mujeres"
El nuevo cedé de Bebe para cantar a voz en grito nada más despertar.
El portátil sin conexión a internet (o sí monty) para escribir algo pendientes, y no es una carta.
La crema factor 50 para la cara.
Unas zapatillas para coser de una puñetera vez (negocio a la ruina)
Pintauñas.
El mp3 para la piscina.
Muchas ganas de tirarme a la bartola.
Ganas de desaparecer de la ciudad y del asfalto lleno de vehículos.
Miles de cosas que hablar sin decir nada sentada en la orilla de la piscina.
Ratíllos de soledad.
Ratillos de silencio.
Ratos de sol y de risas.
Me voy cinco días al poblado... eso, sí son unas vacaciones...
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