miércoles, 4 de junio de 2014

Hoy me desperte echándote de menos. Tanto. Mucho. Era como si los brazos se me derritieran. Pesaban. Se alargaban hasta alcanzar el infinito para intentar tocarte.
Hoy te he echado de menos. Y la garganta me ha arañado hasta pensar que me ahogaba. Sin voz. Sin palabras. Huecos vacíos en los que se estrellan los pronombres... yo... tú. Nos.
Hoy te echo de menos. Cierro los ojos para que pase el día. Tacho horas del calendario. Y me subo a unos tacones para ver si así te alcanzo.
Hoy te echaré de menos. 

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