lunes, 3 de noviembre de 2014

Adentro

Una vez me dijiste que me querías.
Yo y mis monstruos andábamos dando vueltas por el mundo. Con una muralla, un escudo, unas lanzas por delante.
Y te dije... Tengo muchos problemas.
No será fácil, dijiste.
No me hagas daño, te dije.
Tardaste una semana. Una zarpa entró y se llevó mi corazón. Dejaste el hueco. Sangrando. Supurando. Temblando.
Los fantasmas siguen. Me comen. Y me entretengo dejando entrar a otros, que a veces son mejores que tu. Pero el daño ahí sigue. Adentro. 

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