domingo, 23 de noviembre de 2014

Tengo celulitis y a veces me duele la espalda. Si el cielo se nubla puede que tenga dolor de cabeza. Soy un auténtico desastre y siempre tengo la mesa del comedor llena de libros. No suelo hablar cuando lo necesito y el resto del tiempo, hablo sin parar. Puede que no sea guapa, pero tampoco fea. Nunca volveré a tener el pelo largo. Y no sé andar con tacones. Tengo el culo gordo y me engorda hasta el aire. A veces ronco. Y puedo pasar la noche sin moverme de la esquina de la cama. No hay mal humor que no arregle ver Amélie con un paquete de palomitas. Y desconecto del mundo si el libro que estoy leyendo me ha enganchado. Rio a carcajadas, a veces demasiado fuerte. Sonrío a desconocidos. Y mantengo desde hace años un pulso con la suerte. Crecí demasiado deprisa, lloré más de lo que debía, y me seque. Ahora solo lloro viendo las noticias, películas bonitas, poesias que arañan... Tengo canas desde que era una quinceañera. No me gusta la sopa, me como el cuscurro del pan, la pechuga del pollo y no me gusta el ternasco. Tomo café como si fuera el modo de mantener siempre los ojos abiertos. Soy torpe, y me rodea el desorden. Necesito tener casi siempre casi todo controlado. No me arrepiento de los errores. Ni de lo hecho. Ni siquiera de ti. 
No me arrepiento de haber dormido poco por ver una película contigo o por hacerte compañía cuando nadie más lo hacía. No me arrepiento de haberte dicho las cosas que creía estabas haciendo mal y no me arrepiento de haberte apoyado en todo. No me arrepiento de los regalos de cumpleaños. De intentarte sorprender y de intentar que fueras más feliz. No me arrepiento de haberme hecho la tonta para que te creyeras más listo... Por qué ahora quién es el mejor? Sigue con tu vida, esa que has cambiado intentando salvar cosas que son insalvables. Intenta ser normal. Llevar una vida ordenada. Pero es muy triste... Conformarte con algo mediocre cuando estuviste tan cerca de tocar las estrellas que yo te habría bajado....

No hay comentarios: