Duermo poco.
Medito.
He ganado flexibilidad.
No he engordado en verano.
Estoy fuerte (más mentalmente).
He abierto mi horizonte.
Vuelvo a conocer a gente.
Cantó canciones que antes no me sabía.
He vuelto a escribir. Mucho.
Tengo proyectos y un sueño a medio cumplir.
No me agobio ni me altero.
Río con más fuerza que nunca.
Y he aprendido (o estoy en ello) a decir no y estoy intentado dejar de lado la culpabilidad.
Cuando todo esto pase, seré imparable...
Por qué se pasará, ¿verdad?
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