lunes, 26 de mayo de 2008

Lo que no se dice, siempre es lo más importante


He vuelto a mis filosofías... sí, he maldormido el finde y me he reído y me hace recuperar energía. Mis neuronas no andan tan rápido últimamente, han vuelto a equilibrarse y por eso puedo leer los pensamientos.

El amor, suele estar presente en nuestros monotemas, bueno, suele primar más el sexo y los calentones, pero algunas veces me reblandezco.
He hablado con alguien del amor, en este caso, creo, que se acabo hace días, y cómo dice Lope de Vega, "El amor tiene fácil la entrada y díficil la salida". Para cualquiera de los dos. Mientras, se consume en un silencio quebrado, en un ir y venir de pensamientos, de hijos, hipotecas y futuro, y lo único que cuenta del futuro es existir y vivirlo. Por ello, sí ser feliz no va a entrar en el camino, más vale, resolver y buscar el porqué. Entonces, me ha dicho que el amor no existía, o qué cómo hacían esas parejas que se aman siempre. Yo, que para ser la más joven, y pese a mi momento quinceañera revenida, soy un punto de coherencia y de oxígeno, le he dicho que es porque el amor no existe. El amor no existe como tal, existe, el enamorarse, esa atracción fatal, esa necesidad de las hormonas, ese olor que te hace recordar a la otra persona, o el sabor. Por eso, no existe el amor, existe la conectividad, la de los bluetoohts. Porque claro, la gente se casa, se arrejunta, jóvenes o mayores, por atracción, por esa conectividad, o por ese falso amor, y de repente, pasan diez, doce años, o menos, semanas, y te das cuenta, de que no tienes nada que ver con esa persona, te das cuenta, de que el que duerme a tu lado no es conocido para tí, y que con el que come enfrente tuya, no tienes ni siquiera tema de conversación. Porque, qué fáciles son las relaciones por mail o sms (lo sé Dani). Para mí, el amor, es levantarte una mañana, después de estar diez, veinte o treinta años con esa persona (de la que se deduce sentías amor), y tener algo de que hablar y poder reírte con él,. porque sino, estás pérdida.
Buscar soluciones es fácil de decir, igual que es fácil dejar estas entradas tan profundas que hago y que después, nunca pongo en práctica. Y mientras tanto, yo, doy consejos amorosos, cuando yo, no tengo ni puñetera idea de adónde voy a ir a parar. Sólo sé, que la conectividad existe, el amor, lo dejo para los románticos. Aunque tal vez, yo, lo sea.


Mientras tanto, ahora, me pregunto porque la vida es tan injusta. Y porque hay gente maravillosa por ahí que no puede ni logra ser feliz del todo, y luego hay otros, hijos de puta (la hora Chanante aconseja usar mucho esta palabra) que lo logran sin merecerlo. También es cierto, que a veces, me gustaría tener valor para decir cosas que no me atrevo. Para enfrentarme a miedos que me atrapan sin querer, y que siempre, están ahí, al acecho. Porque a veces, yo también siento miedo, y a veces, el aire se me queda atrapado en la garganta sin poder salir, y entonces me siento mucho más pequeña que de normal. Y me jode, porque la verdad, es que está vida, es una mierda maravillosa. Con puntos de azúcar, sal y limón.


Ayer en una película dijeron que tememos lo que ya hemos vivido. Yo temo más lo vivido que lo no vivido. Me gusta pensar que el futuro siempre va a ser mejor que lo que ya ha pasado. Porque a veces, ocurren cosas, que nadie merecería ocurriesen. A veces, me gustaría tener una várita mágica que hiciera que todo fuera más fácil, para todos los que me rodean. Poder señalarlos y desear algo para dentro que solucionará las lágrimas o los problemas o los silencios que hieren o las distancias o el dolor o los temores... en fín, espero, que cuando leas esto te ayude pensar, que al otro lado, también estoy yo.

Enamorarse no es nada fácil.
Y lo digo yo, que me enamoro cada día. Me enamoro del conductor del bus, del taxista, del camarero que te sonríe al poner el café, del guardaespaldas del Vice, del asesor, del cámara, del productor, de cualquiera.
Pero no es fácil mantener el enamoramiento.
Porque nunca elegimos a quien vamos a querer, por eso, muchas veces, el amor hace daño.
No elegimos a quien querer, ni podemos hacer nada para que nos quieran. Y por eso, el amor, a veces, desgarra dentro del alma. Por eso, hay días que te cuesta levantarte de la cama, y tardes, en las que al irse la luz, quisieras llorar.
No podemos elegir de quien nos enamoramos. Por eso, nuestra vida a veces, se complica. Por eso, un día, te ves colgada de un tío que apenas, sabe de tu existencia. Que solamente te ha visto en cuatro ocasiones en tu vida. Pero que sin embargo, tú, sabes que es tan igual a ti, que te da miedo.
No podemos elegir, que nos quieran. Por eso, un día, descubres, que tus mariposas revolotean cuando él te habla, pero él, tiene otra mujer en su vida. Por eso, intentas que no te toque, que no te roce, y tan apenas, te hablé.
No podemos elegir, tampoco, cuando nos olvidamos. Por eso, tras meses de intentar olvidar, un día, una llamada hace que tu corazón se vuelva a resquebrajar. Y es entonces, cuando los meses de esperanza se caen por el desagüe de tu existencia. Por eso, un simple recuerdo, hace que vuelvas a echarlo de menos.
Por eso, al aire le cuesta pasar por tu esternón, tu estomago se encoge, tus pensamientos se amontonan en una ola de ideas que no dejan concéntrate. Por eso, pides, que te deje vivir. Porque hay amores que destruyen, que amargan, y que nunca, te dan alivio. Por eso, le pides, que te deje. Que estar con él, te hace daño. Pero el amor, engancha, es veneno.
No elegimos de quien nos enamoramos, porque sí lo hiciéramos, tal vez el amor, sería demasiado fácil, sería tan fácil, que dejaría de ser amor.

1 comentario:

Anita dijo...

Solo quería decirte (además de que me ha encantado esta entrada) que el amor existe, así que sigue siendo esa romántica que pareces ser, sólo que es cierto que no lo encuentran todos, puede que los que busquen bien o puede que los que tengan suerte.

A parte, decirte que he vivido un amor (porque no llegó a ser relación) a distancia durante dos años... y estoy a punto de vivir el final, yéndome a vivir con él.

Ánimo, la distancia no gana siempre, tal vez si es verdadero... ya sabes quien gana. (toco madera :p)

Un beso.