jueves, 1 de enero de 2009

Año nuevo, impar

Hace años hacía todas las tonterías que hay que hacer para que el nuevo año te sea favorable. Bragas rojas, el anillo en el champán, la pata coja, el lazo en el sujetador... etc, etc... incluso un año hice un conjuro con una vela, miel y clavo en el pueblo, que pensé cuando volvía de mañana a casa que igual la había prendido fuego. En fín... todas las nocheviejas igual, hasta que hace tres años decidía que se acabó (como la Jiménez). Le dije a mi amigo Tanga que iba a tentar a la suerte. Y se acabaron todas las tradiciones.
La verdad es que no me ha ido ni mejor ni peor de lo que me habría ido con ellas. Lo cierto, es que creo, que incluso mejor. Por todo ello, 2009, pese a que lo mío no son los años impares, estoy dispuesta a tentar a la suerte más que nunca.

Por ello, este 2009 os deseo abrazos a raudales. Que siempre haya alguién cerca dispuesto a darlos. Os deseo que en las noches frías de invierno siempre haya alguién que os ofrezca un colacao y una manta, y si hace falta, el hombro para llorar. Deseo horas y horas de café y charla en un sofá. Mensajes por el móvil que te hagan estremecer, recordar, o añorar a alguién. Deseo tener y que tengáis noches de bailar, cantar y reír sin parar. Deseo que si vienen las lágrimas, que vendrán, siempre podamos secarlas con un pañuel compartido. Deseo no equivocarme si digo, que estéis o estemos, un poco más cerca del amor, del silencio compartido, de los abrazos, de los amaneceres para dos, tres o más, de las sonrisas enteras y sin partir, de las copas que entrechocan para brindar, de las manos agarradas, de los dedos que recorren las espaldas, de los escalofríos, y de las mariposas que se agiten en los estomágos. Deseo que en 2009 de corazón, seamos o intentemos ser algo mejores, que compartamos momentos, que esparzamos magia en los de nuestro alrededor, y que al menos, intentemos que ningún remordimiento nos acompañé a la cama. Si nos equivocamos, que seguro, sepamos corregir pronto los errores, y sobre todo, no hacer que alguién sufra con nuestros errores, engaños, dudas o miedos. Deseo que en 2009 el miedo quede en un cajón, en el horno, o en el baúl del olvido.

Deseo que todos tengáis un año como yo lo empecé. Con una peluca por bandera, con un cedé de canciones frikis, y rodeada de gente que os quiera.

Brindemos... levantemos la copa virtual de internet, y sorbamos juntos unas gotas del elixir de las lágrimas, en este caso buenas.... miraros a los ojos... y brindar... porque siembre, aunque cueste encontrarlo, hay motivo.

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