La Princesa, cómo cronista oficial de la boda, solicita la colaboración de todos los asistentes y de sus amigos, para intentar recomponer la historia de tal magna noche...
no sé porque motivo al llegar a cierta hora se pierden mis recuerdos. Da fé de ello el cardenal, roce o lo que sea no identificado en mi cuello.
Gracias
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1 comentario:
Jajaja MUY grande! ;)
Me alegro de que lo pasaras tan bien. Lo bueno de las lagunas es que la mayoría de las veces, aunque no sepamos lo que hemos hecho, nos queda un buen sabor de boca :)
Besos, Princesa!
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