Tras la resaca, la depresión (demasiado dura), y los días, voy a comenzar a hacer mi balance.
Voy a dedicar las próximas siete entradas a la Expo.
No quiero olvidarme del primer día que entre a la Torre del Agua con los Reyes (y la llamada que recibí que sí querría olvidar), del primer día que entre al recinto el día de la inaguración. Esa misma tarde entre en la cantina a tomar café. Del frío que pasamos con Vicente en el programa de la inauguración y de mis esquives a Caiga quien Caiga. Del pedir dinero para sacar un café. De las copas de después. De ver los fuegos descalza, tanto al inaugurar como al clausurar, con Vic y Paco.
No quiero olvidarme de los paseos, ni de mi primer pabellón el de Suiza o Suecia por el fútbol y Malta con Manolo. Las risas que hicimos en Angola, y como no Lituania. Recuerdo doble para este pabellón.
No quiero dejar atrás el palenque, con los boletos, los fines de semana y la gran fiesta fin de Expo. Recuerdo también de los cafés en la cafetería de Aragón y de los bocadillos de ternasco. Aplauso para la sala del vídeo de Saura.
No quiero olvidarme de las confidencias en la terraza de las comunidades, ni del banco de la ribera del Ebro. No quiero dejar atrás la primera comida en Canarias, recuerdas Poncel?
De mi amigo Fluvi, o el de prensa de Extremadura.
Recuerdo homenaje en Uruguay, por Raquelita, la quedada Cortesiana en México, o los bocatas de la madre de Isabel. Recuerdo a todos los que han paseado conmigo por el Frente Fluvial, y también a todas claro.
Recuerdo lo que íbamos a ligar, y lo que no hemos ligado. Recuerdo las cañas con Rafita. Recuerdo que Zaragoza era nuestro pabellón preferido, hasta que empezo a oler a usado. Felicidades a Grundfos, y cómo no, a Austria por esos disfraces de tirolés y tirolesa. Recuerdo los mojitos de Cuba y el Caribe, y con un grato placer.
Recuerdo el fast press y la caminata con chachara incluida para subir a la Torre del Agua. Recuerdo el viaje hasta las playas con los chicos de la radio. Sigo recordando a Jil Xing, a los espectáculos de la plaza Aragón, a Dulce Pontes y Estrella Morente, a Calamaro, a la Eurocopa, al Lehendakari (por ti Oscar), a Gloria, a los gimnastas, a Coti...
No recuerdo el Iceberg pero sí todas las veces que lo intentamos ver. Recuerdo el Hombre Vertiente, sobre todo la primera, la segunda, la tercera y la cuarta vez. Todas.
Recuerdo a Raspa. Recuerdo mirar sin para al Pabellón de España. Recuerdo las frutas (aunque las odie). Los cubatas de la terraza de Aragón. Los cafés del desayuno en la cantina. Los cafés tras la rueda de prensa con Dani, e incluso la caña con charangas en el día de Soria.
Recuerdo tantas cosas que no quiero olvidar en tres meses, en los que no nos faltó la magia. Sigamos con el espiritu.
2 comentarios:
Inolvidable, divertida, cansadísima, roncanrolera, cervezómana, interminable el primer día y fugaz el último. La Expo. Mua.
Que boniiiiiiitoooooooooo!
Y yo recuerdo a Fluvi ratero, robando abanicos cubanos. Las felicitaciones al señor Grundfos. Los bailes siguiendo el cutrepasacalles de Brasil. El hueco reservado al primer sello del pasaporte. El autoservicio sin servicio. Y el menú pseudo mexicano del último día.
Besos grandes.
Espero tu próximo post con avidez.
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