sábado, 13 de diciembre de 2008

Últimos desquicies (calor de pecho ajeno)

En este puente de cinco días que he tenido tras el Puente oficial, he salido mucho. Y eso significa que ya no mando sms por error, ahora escribo como una loca todas las frases que me hacen gracia. Y he encontrado un filón... al amigo Miguel. Gran fichaje.
El hombre que puede pegarse un diálogo entero sobre una conexión a internet mientras almuerza en el Loro. El hombre que dice "despierto y abierto a tope". O mi preferida "estoy ya que me follo encima". El hombre que durante una conversación en las primeras copas dice que cuándo sales de nadar, estás más duro. De músculos. Claro, esto adornado con la historia de un bombero, no dire más, ni nombraré más. El hombre, que durante la cena de empresa, sentado enfrente tuya (qué suerte tuvimos) dice que su abuela le dice siempre "tú lo que necesitas es calor de pecho ajeno".

Claro que vas a esperar de una noche complicada con mil copas en la mano, donde de repente le dices a dos amigos... repasando historias amorosas ya pasadas, que nunca se podrán recuperar... "Por él, hubiese ido a misa los domingos"... flipaos, claro.

Entonces llega tu amiga, la que cree que va serena porque no se ha puesto pendientes. Y pensando que hablas de otros hombres más recientes, dice: "no es amor, es picor", y tú recordando al gran filósofo el Titi, recuerdas "Dios es amor, con pelos alrededor".

Pero claro, es tu amiga, la que más te conoce, la que es experta en caer como tú en una encrucijada subrealista, que mientras dura, os entretiene... pues coge la tia, y toda seria, toda fija, toda dura, toda creíble, te dice "te gusta porque es como los juegos de azar. estás enganchada, pero en realidad, no te gusta". A lo que tú amigo P., el que más te saca de copas ultimamente asiente con cara de violencia contenida.

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