La vida son cuatro días, y muchas veces coinciden con San Roque.
La vida son cuatro días para vivirlos contigo.
La vida son cuatro días en los que seguramente nos correremos alguna juerga.
La vida son cuatro días llenos de historias.
La vida son cuatro días en los que dos los pasas enamorada, uno colgada, y el otro jodida.
La vida son cuatro días para disfrutar.
La vida son cuatro días y cuatro libros bien leídos.
La vida son cuatro cedés repletos de canciones.
La vida son cuatro lugares llenos de amigos, de los buenos.
La vida son cuatro días para reír.
La vida son cuatro días cargados de sueños.
La vida son cuatro días para olvidar y recordar.
La vida son cuatro días cargados de veranos inolvidables y de inviernos por recordar.
La vida, sí te lo propones y lo peleas, puede ser maravillosa. Incluso con los malos días.
Qué bien me están sentando las vacaciones, este mirador desde el que os escribo y el relax y las risas del pueblo. Mañana, bueno dentro de un rato me voy a la playa, volveré el jueves, recogeré mis bartulos y me iré a Zaragoza a la Expo, antes de que una nueva fiesta me engulla en el poblado. Pero de momento como diría Monty, pa ti es la expo, pa ti el verano y pa ti es la vida pa ti.
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