miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tal vez sea mi culpa. Culpable. Inocente. Te quiero. Olvídame.
Construí castillos de arena, de naipes, de sueños.
Te habría dado la vida que querías.
Me perdí.
Anduve por un camino que no era mío, y me encontré en noes que no eran, y en comienzos que olían a despedida.
Y te quise. Te quiero. Pensé que incluso las mariposas me iban a ahogar.
Todo va mal. Mis murallas se derrumban y aquí me quedo.
Pérdida. Sin rumbo. Dejando que te envuelvas en amores vacíos que te hundirán en el ensueño de un falso placer.
Culpa mía. Y me castigo por ello. Repito Lo que siempre supe... Que un día te cansarías de mí.

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