Nuestro viaje al Congreso del PSOE en Teruel está siendo más parecido a un viaje de estudios que a uno de trabajo. Cañas, gintonics, y ron se mezclan con ponencias, porras sobre el candidato y ejecutivas.
Perdidos en el polígono ha sido la de esta primera parte del finde. Ayer surcamos la noche hasta las cuatro de la mañana, después, hasta las cinco, estuvimos en la habitación de Antoñito bebiendo Heineken cuál quinceañeros en Italia. Intentamos interpretar un tema en el karaoke bajo el seudónimo de El Titi y sus Titas, pero no funciono. Cenamos de lujazo en el Óvalo y nos tomamos una en un bar con encanto y balcón.
El momento cumbre de la noche fue con Brualla: mira que hay rotondas en esta ciudad, y qué pequeñas. A lo que Dani, añade: he visto paellas más grandes.
El resto fueron risas, lágrimas, carcajadas, risas y comentarios que derivaron en una larga conversación de besugos que me gustaría reproducir aquí. Para ello tomé nota durante diez minutos de todas las paridas que se dijeron en mi móvil, pero oh, sorpresa, hoy al buscar el mensaje no estaba. Si es que el móvil y yo, somos incompatibles cuando se nos cruzan unas copas en el camino.
Ahora dejaré que la Poncela que se está duchando (finalmente compartimos habitación porque la otra la hemos prestado a Correas y Dani) pueda escribir algo, como la primera invitada de mi blog.
Hooooola
He aquí la primera artista invitada al blog de Rebeca... finalmente he cruzado la línea y he pasado de seguidora fiel a firma colaboradora. Siento cierto temblor responsable. Glups.
Receba lo ha contado prácticamente todo de este miniviaje de estudios. Y eso que veníamos a trabajar. Por si mi jefe lee esto, algo que dudo seriamente, también hemos currado.
La verdad es que hemos desfasado un poco. Palabras textuales de Antoñito: vamos a comprar ¡¡¡25!!! tíques de bebida para tener para hoy y mañana. Hoy es mañana de ayer y no tenemos ni medio tíque ni nada que se le parezca. Algún día nos beberemos el agua de los floreros. No me explico cómo siguen respondiéndonos tan bien las neuronas.
Ahora Rebeca sale de su ducha y, oh sorpresa, nos encaminamos, como Ulises a la llamada de las sirenas, de nuevo hacia los bares...
Encantada de conoceros
Por cierto, delante de Poncela va Isabel
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario