martes, 5 de enero de 2010

Un 5 de Enero de hace ya muchos años, casi demasiados jejeje... unos amigos de mis padres me llevaron al aeropuerto a recibir a los Reyes Magos.
Recuerdo perfectamente el momento en que tras la cristalera vi como bajaban del avión.  Después, Melchor, mi Rey Mago, me dio un beso en la mejilla derecha y no me quise lavar ese lado de la cara durante semanas.
También en casa una vez vi a Papa Noel.  Yo le esperaba tras la esquina del pasillo que iba al salón.  Él siempre dejaba los regalos bajo el árbol de la entrada.  Y ahí me aposté.  No sé cuántas horas estaría, pero lo vi.  Lo cuento siempre.  Y lo sé.  Porque tengo la imagen graba en mi retina.  Yo en la esquina y Papa Noel dejando los regalos en el pasillo.  Me volví loca.  Lo vi marcharse.  Y salí de mi escondite.
Y es verdad.  Y el que quiera que se lo crea, y el que no, no.  Pero yo, lo vi.

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