Este año no sé muy bien que pedirte. La Navidad me ha pillado así, casi casi de imprevisto. Y tampoco tengo necesidades. Quería una casa, pero no quería ser propietaria, ni atarme, ni meterme en mil papeles. Y he encontrado un lugar donde crecer. He encontrado nuevos amigos. He encontrado risas, besos y abrazos. He encontrado un lugar donde hacerme fuerte. He encontrado todo lo que necesitaba, y he olvidado las cosas que no me hicieron bien, que me dañaron y que llegaron envueltas en niebla y lazos para camuflarse en tus sombras.
Quiero que 2010 sea tan bueno como 2009, incluso con las cosas malas, que han sido muy pocas y que no merecen ni ocupar una de estas líneas. Quiero en 2010 vivir conciertos como Sabina, Madonna o La Quinta Estación. Quiero reír sin parar. Quiero seguir soñando, y seguir cumpliendo sueños. Quiero que todos sean felices. Quiero paseos. Y besos. Quiero viajar. Y descubrir lugares como Berlín en el mapa. Quiero descansar. Quiero ver a Luna, Lucas, Martín, Raquel y Juanito. Y quiero seguir riéndome porque yo tengo resaca y mis amigos tienen hijos. Quiero que el mundo sea un poco mejor. Quiero que todos aprendamos a ser mejores. Y quiero que aprendamos algo de una vez. Quiero que la vida sea vida. Con todo lo que esa palabra conlleva. Quiero respirar. Quiero continuar. Y ser feliz.
Así que tras esta cháchara verás que lo de mi coco, va a peor. Pero lo compensa mi corazón. O al revés... no sé.
Pues eso Melchor, que este año, me hace falta poco. Tan sólo, darte las gracias.
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