Se evaporó.
Se marchó.
La sensación de pertenecerte.
De buscarte.
Se quedaron atrás los besos escondidos
Los abrazos que llenaban el vacío
No estás.
Adiós.
Te ayudé a lamer mis heridas
Te guié hasta mi final
Subraye en negrita mis errores
Y supiste donde golpearme
Y los días pasaron
Se marcharon sin hacer ruido
Lo que empezó, terminó
Te llevaste sueños que nunca habían existido
Y me quede muda, sin palabras
Sin susurros, sin sonidos, sin luces
Un día clareo, y no quise mirar
y al levantar la mirada
comprobé que no había heridas
que te habías marchado
y que yo sonreía
y supe que lo había logrado
Hay que llamar a las cosas por su nombre
Me equivoqué contigo
perdí el tiempo
y ahora sólo sé
que ojalá algún día, te pueda ir bonito.
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