sábado, 16 de junio de 2012

Hay días que todo se hace cuesta arriba.  Y que todo cuesta un poco más, y que parecen más tristes, y que no tienen luz, ni gracia, ni ritmo...
Pero entonces una canción suena en la radio.
Miras para arriba.
Tarareas una melodía.
Mueves los pies.
Y acabas saltando como loca por el salón.
Hay días en que todo se hace cuesta arriba.  Pero que si la persona indicada está a tu lado, pasan más rápido.
Y cantas, gritas, bailas y saltas como si la vida fuése maravillosa.
La clave, puede ser, que tal vez lo sea, y en mayor medida de lo que creemos...

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