martes, 3 de abril de 2012

Una mañana al despertar se dió cuenta de que estaba cansada de que las olas llegarán a la puerta de casa y no entrarán. Que no podía seguir contemplando a todo el mundo y que en el momento en que había decidido parar, todo había parado tras ella. Podía echarlo de menos. Podía seguir pensando que pedía poco. Unos abrazos al cabo del día, alguien a quién contar los malos rollos al llegar a casa, un mensaje de buenas noches o buenos días, un mimo, el leer en cuento en voz alta para alguien, jugar a adivinar canciones y dibujar nuevas vidas. Y allí estaba de nuevo, como si hubiera cruzado a la otra orilla. Como si los recuerdos no pesarán. Podía saltar o parar, y no sabía con las escasas fuerzas que le quedaban que saldría mejor.

Posted from Blogium for iPhone

No hay comentarios: