Un verano inolvidable.
Comenzó con dos amigos colgando en mi cuerda de tender para celebrar mi cumpleaños. Fiesta sorpresa.
Amigos que no esperas. Visitas.
Una casa llena de globos.
Risas y más risas.
En la peña.
Una tarta sorpresa.
Otro pastel sorpresa pasadas las doce.
Copas.
Risas.
Bailes.
Viaje relámpago a Italia.
Roma. Fuentes. Baños nocturnos.
Mensajes a altas horas que remueven el estomágo.
Caminatas. Buses turísticos.
Insolaciones.
Botellines de agua.
Cerveza.
Pitos. Pitadas y palabras prohibidas.
Cuatribici.
Risas.
Viaje a Napolés con revisor timador.
Sorrento. Cercanías.
Meta. La gran Meta.
El panadero.
El apartamento.
La tos.
Las vistas.
Viajes.
Pasta.
Nino.
Risas.
Cocktailes.
El Cuore.
El Gomone.
Más palabras prohibidas.
Pompeya.
Travelo.
El viaje en bus de Amalfi a Sorrento. Y sus vistas.
No acordarme de ti.
No llevar móvil.
Ella.
Reír sin parar.
Cuaderno de viaje.
Avión. Tormenta. Retrasos.
Cerdeña.
Playas esmeralda.
Inolvidable.
Relajación.
Desconexión.
Lavadoras.
Parada.
Poblado.
Piscina.
Paz. Descanso.
Calatayud.
San Roque.
Piso patera.
Risas. Y más risas.
Gafas de ópera.
Calimocho. Tinto de verano. Sin gaseosa.
Bailar hasta agotarte.
Cantar.
Sandía.
Risas.
Y el regreso...
La realidad...
No saber lo que quieres...
Y sobre todo,
saber lo que no quieres. Aunque a veces, te engañen.
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