jueves, 26 de agosto de 2010


Este trabajo a veces tiene cosas buenas y malas.
A principios de semana tuvo buenas.
33 mineros seguían vivos, 17 días a 700 metros bajo tierra...
Los cooperantes españoles eran liberados...
Pero la mitad de la semana se complica.
Y hoy, en Zaragoza, un hombre ha apuñalado a su mujer.
En Lugo, otro la ha matado.
Y ayer, en Afganistán, el hombre de confianza de dos guardias civiles, los mataba junto a su interpréte.
Esta foto da una idea de lo que es nuestro nuevo mundo. Un mundo sin barreras fisícas. Donde personas de distintas razas trabajan bajo lo mismo. Lograr paces duraderas, aunque sea en medio del infierno. Porque los tres: los dos españoles y el iraní con nacionalidad española, han muerto igual. Asesinados por el fanatismo y la locura de aquellos que sólo son capaces de inculcar sus ideas a través de la sangre, el terror, y el miedo...
Los que nos quedamos lo hacemos intentado seguir adelante. Un poco más tristes, un poco menos libres, pero intentando luchar porque la palabra, sea el único medio para conquistar las tierras y para lanzar ideas.

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