me vine sin pensarlo demasiado.
Te imagino ahí, despidiéndome,
y se me coge un pellizco que aprieta.
Llevo la sonrisa forzada
y el alma un poquito en alerta,
porque derribaron mis botes;
quedé flotando en mar abierta.
Si me olvidas vivirás tranquilo
tendrás planes y proyecciones.
Si me olvidas no habrán remolinos,
ni altibajos de emociones.
Porque el momento de encontrarnos llegó en plena tormenta,
y aunque mis velas te buscaban mi dirección estaba quieta...
Y si me olvidas vivirás tranquilo tendrás planes y proyecciones.
Si me olvidas no habrán remolinos...
Llevo la maleta cargada de libros para no pensarte,
que dicen que cuando te observas. realmente no es lo que te sale.
Necesito sudarte como se duda un día de verano,
como el abrigo que llega a agobiarte,
cuando no consigues desabrocharlo.
Y si me olvidas vivirás tranquilo...
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