domingo, 13 de diciembre de 2015

Para no dolerme

Después de ti me cure.
Me hice mejor, más fuerte y más dura.  Esto último no es tan bueno.
He dejado de leer poemas.  De escribir.  De comprar cuentos.
No pongo el árbol de Navidad.
Y se me acabaron las cosquillas.
Llega diciembre y vuelvo a pensar en ti.
En las cosas que me gustaban, no pienso en las que no.
Y sé que es mejor así, pero algo todavía queda atado al estomágo.
Intento no ahogarme.
Busco calor en cualquier sitio.  Y me acurruco en rincones que antes no encontraba.
Tal vez, soy otra yo.
POr eso, tal vez, tú eres otro tú.  Y ahí está la explicación de todo.  Del silencio.  Del vacío.
Sobrevivo.
Nunca tuve dudas de que lo haría.
Las cosas duelen, pero no matan.
Saco mi mejor taza para tomar café.
Leo pero pienso en ti.
Llegan hombres que me quieren. Pero me descreí en el amor.
Me pierdo buscando cariño donde sé que no me harán daño.  Donde no me querrán.
Y ahí estás.  En un hueco de mi alma, entre alambradas, cuchillos y plumas de colores.
Quise salir corriendo, y corrí, y luego me quede quieta.
Yo que intenté hacer que todo fuera mejor.
Tú que intentaste huir para no dolerme.
Me doliste.  Ahora soy yo la que huye. Para no dolerme.

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