martes, 19 de febrero de 2013

Viajaron a través de los siglos como si el tiempo pasara tan sólo con cerrar los ojos.  Recorrían las calles vestidas de falsas princesas o de campesinas.  Sonreían al aire cuando de su boca salía el frío vaho de la noche.  Brindaban a la luna por los sueños rotos que les habían llevado hasta allí y por el pegamento que los había pegado.  Bailaban con los recuerdos, con los malos y con los buenos.  Se colocaban una capa para ocultarse del mundo, para durante unos días pasar desapercibidas en ésa ciudad donde apenas las conocían y donde había latidos escondidos en rayos de sol.  No les importaba nada de lo que estuviera fuera.  Ni nada de lo que estaba dentro.  Sólo reían. Sin parar. Hasta doler.  Por que tal y cómo están los días, nunca sabes en que momento la soga va a empezar a apretar hasta ahogarte...

No hay comentarios: