jueves, 17 de enero de 2013

Ella

A veces sueña, que coge el teléfono y la llama...
Ella sigue ahí, al otro lado, como antes.
Le cuenta historias para que se ría, y ella cree que es alguien importante.  Que ha logrado todo lo que quería o al menos alguna de las cosas que soñaba.
La chica le muestra el lado más amable de su vida.  Las risas, los bailes y las cosquillas.  Ella cree que todo es bueno, aunque la otra intente engañarla.
Le oculta lo malo, pero ella sabe muchas de las cosas que esconde.  Pero también sabe que es fuerte y que nada podrá con ella, aunque a veces quiera arañar la corteza del mundo por que cree que no hay justicia.
Y lo peor de todo es que le gustaría que hubieses estado más tiempo con ella.  Le habría gustado decirte más cosas de las que te dijo.  Cosas más bonitas.  Ahora sabe que tenía que haber aprovechado más el tiempo.  Haberte pedido que le contaras aquellas historias de hambre, de vecinas que cocinaban gatos y de hermanos escondidos.  Le gusta recordar que creías que la lavadora era el mejor invento del mundo. Y que alucinabas con los teléfonos móviles.  La última época le pedías que te contara como eran las zonas nuevas de la ciudad, ésas que sabías que no verías.  Le habría gustado que le hubieses enseñado a hacer ganchillo, aún cuando ella perdió la paciencia.  Le encantaría que hubieses visto su casa, y todo lo que ha conseguido, aunque a veces se engañe y diga que son pocas cosas.  Que hubieses visto tantos momentos buenos, y que no hubieses visto los sueños rotos.  Le gustaría haber sido tan valiente como tú, y cree que no lo es ni ínfimamente.  Que estuvieras aquí para que supieras que su manía con los cuentos era por aquellos que le contabas cuando dormía contigo en la cama.  Que estuvieras aquí.  Por que hay heridas que nunca se borran, ni se cierran, siguen ahí, aunque a veces dejen de doler.

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