El amor sirve también para calzar la mesa
Ese día te di un beso, y tu me pediste más.
Te di, 10, 1000, 10.000 y tu me pediste más aún. Te di el resto de los
91.250 besos que pensaba darte antes de separarnos y tu me pediste más.
En el andar de los días te dí los besos que no eran para ti: los
574.875 que tenía guardados para otras bocas, los que pensaba dar a mis
hijos, amigos, familiares; los 15.450 al saludar a mujeres y hombres… y
los 4 destinados a carteras dadas por perdidas.
Y tu, me pediste más.
Entonces te di los 200.486 besos que ya había dado.. los que nunca
pensé dar; los que nunca debí dar; los verdaderos.Desde el primero hasta
el último de mis besos, y tu, al verme agotada, te fuiste a pedirle a
otra que te diera más.
Yo desde ese día busco a alguien que me de un beso, sin esperar nada a cambio...
("El amor sirve también para calzar la mesa")
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